¿Qué pasa con Greta Thunberg? Madrid espera a la activista... pero la COP25 no tanto

¿Qué pasa con Greta Thunberg? Madrid espera a la activista... pero la COP25 no tanto

Greta no tendrá ningún papel especial en la celebración de la COP25. De momento, sólo participará en la manifestación de este viernes.

News18

“El ecologismo existía antes que Greta Thunberg”, decían a El HuffPost estos días en los pasillos del Ifema algunos de los participantes de la 25 Cumbre del Clima de las Naciones Unidas. Y quizá por eso la organización del encuentro internacional ha dejado de lado a la joven activista. Nadie en Ifema sabe cuál será la agenda de Thunberg a su llegada a Madrid y muchos descartan su participación en los eventos institucionales que se están llevando a cabo en el marco de la COP25.

Quizá, si finalmente la joven se acerca al recinto ferial, se pase por la Zona Verde, reservada para la sociedad civil, donde ONGs y distintos colectivos organizan actividades. Pero nadie lo sabe. Estaba previsto que la joven participase en un sólo panel sobre el empoderamiento de los jóvenes organizado en esta zona por la sociedad civil este jueves, pero finalmente no ha podido ser ya que pisará suelo madrileño el viernes por la mañana.

Los únicos que preguntan por Greta son los periodistas extranjeros, que tratan de saber dónde irá la joven a su llegada a la capital para poder cubrirlo. “No llevamos la agenda de Greta”, contestan fuentes de la organización de la COP25 al ser preguntadas por su presencia. Ningún acto institucional contará con ella y, de momento, parece que tampoco se cruzará con ninguno de los pesos pesados que se pasan estos días negociando a puerta cerrada acerca del futuro de nuestro planeta.

Sin embargo, colectivos y medios de comunicación siguen poniendo el foco en la joven, siendo su llegada a Lisboa mucho más comentada este martes que el contenido de la propia cumbre.

Pero, fuera del microclima del Ifema... todo es distinto

Lo que nadie dice en el microclima que hay estos días en el Ifema es que probablemente el encuentro internacional no habría tenido tanta repercusión sin el papel de Thunberg. Dentro de las paredes del recinto ferial se sigue hablando de descarbonización, de los grandes ausentes como EEUU o Brasil, de las emisiones del CO2 y de si servirán para algo estos 13 días de trabajo o si se llegará a un acuerdo decente. Mientras se realizan diferentes conferencias y charlas en los stands de cada país, los jefes de Estado mantienen reuniones a puerta cerrada de las que aún no se sabe nada.

Sólo en algunas de las ponencias, los expertos reconocen o hacen alguna mención a la labor de los jóvenes como Thunberg para visibilizar la necesidad de tomar decisiones urgentes para salvar el planeta.

Los que sí reconocen el trabajo de Greta son los jóvenes y los miembros de ONGs y asociaciones que se encuentran en la Zona Verde y que dicen bien alto que la activista ha tenido mucho que ver en la mediatización de la emergencia climática y en la decisión de incluir la misma como tema central en las agendas políticas internacionales.

Está todo preparado para recibirla el viernes

Fridays For Future, Juventud por el Clima, Alianza por el Clima, Rebelión por el clima y miles de ciudadanos sí que han preparado la llegada de la joven a la capital. De hecho, será ella quien encabece la gran manifestación que se espera que colapse el centro de Madrid este viernes y que pedirá a los Gobiernos medidas urgentes en cuanto a la emergencia climática.

Tras la manifestación, se celebrará un puente ‘verde’ en Madrid con una Cumbre Social del Clima, paralela a la institucional, en la que participarán activistas de distintos países y ámbitos y que estará abierta para toda la ciudadanía. Tendrá lugar en diferentes puntos de la capital el sábado y el domingo. [Puedes consultar el programa aquí]

De momento, Greta tampoco figura en el programa de esta cumbre social, pero nadie niega que pueda hacer una aparición estelar. Lo que está claro es que ella ha sido uno de los motores de un movimiento imparable que, junto al feminismo, se está convirtiendo en la gran lucha social del siglo XXI. Y, a pesar de eso, los participantes en la COP25 han decidido darle la espalda.