¿Tiene Sánchez una varita mágica?

¿Tiene Sánchez una varita mágica?

El presidente del Gobierno tiene muchos ángulos para la crítica, y a veces la derecha se tropieza con algunos por casualidad.

Pedro Sánchez, presidente de España.EFE

Desde hace tiempo el contraste entre los sesudos análisis previos de la prensa de derechas como Dios manda y la Santa Madre Iglesia enseña, o sea, esa sin ápice de duda ni de mal alguno, y la realidad adversa de los hechos posteriores me hace sospechar que el presidente Sánchez tiene una varita mágica que va consigo, más o menos como el maletín nuclear que un ayudante militar de alto rango le lleva a los presidentes USA. Y es que las portadas de los cinco principales diarios conservadores, sean en papel o digitales , o ‘dactilares’, sería más exacto, no suelen dar una cuando se trata de calibrar la política sanchista. Siempre suelen meter la pata, y a pesar de la terquedad en el error, no han aprendido a sacarla con elegancia. Por no mentar la palabra ética.

El problema es que confunden sus deseos y sus sueños con la realidad. Y solo la realidad es verdad. Y si no es esa verdad absoluta que según la doctrina judicial es muy difícil de encontrar, por lo menos esa veracidad que se repite en todas las sentencias del TC y TS cuando les llega algún caso relacionado, de cerca o de muy lejos, con la libertad de expresión. 

Los últimos meses han sido pródigos en resbalones que pasarán a la antología del periodismo elucubrativo (no sé si me invento esta palabra, pero encaja para este asunto). 

Durante unos meses el hilo común era que Bruselas no se iba a tragar el cuento de Sánchez para que Europa pagara por el estropicio pandémico. Sánchez ni se inmutaba cuando se le negaba la coautoría de la idea, y respondía con algo que soliviantaba aún más al reaccionarismo: el desdén, y los dos huevos duros, o tres, y hasta cuatro, del ‘camarote de los hermanos Marx’. A pesar de la cascada de denuncias llenas de sospechas la UE llevó adelante el plan de reconstrucción. 

Los intentos de boicot lanzados desde el PP no tuvieron eco en las instituciones comunitarias. Pablo Casado necesitaba, y sigue necesitando, vestir de escándalo el manejo de estos miles y miles de millones de euros para pescar algo en el río revuelto. Y él sabe de eso. Vaya si sabe…El fleje de autos y sentencias sobre la caja abecedaria, con cientos de tochos, no caben en su despacho. 

Y resulta que pese a todo, Bruselas no solo acepta el programa de inversión y lo sitúa en cabecera de la cita previa, sino que felicita al Gobierno por su buen trabajo. Y encima, Ursula von der Leyden, viaja a Madrid para hacerse la foto, sonriente, con Sánchez.

Eso sin duda fue cruel. ¿No sabe doña Ursula, que es del Partido Popular Europeo a fuer de miembro destacado de la CDU alemana de Angela Merkel, que su colega español, Pablo Casado, tiene que ponerse Talquistina de urgencia cada vez que el presidente socialista se fotografía con alguien importante? Aunque sea una descerebrity de Sálvame de Luxe o similar. Y casi ayer, nueva ducha de agua fría: el Tesoro europeo le ingresa al Tesoro español los primeros 9.000 millones de euros.

Ah….Fastuosa pero fugaz fue también la alegría contenida ante la subida desorbitada de los precios de la tarifa eléctrica. Un gallardo Pablo Casado acusaba al jefe del Gobierno de no haber hecho nada. Bueno, el ‘detalle’ de bajar el IVA hasta el 10% no contaba. Cuando desde áreas afines al ejecutivo se suelta el globo sonda de una posible intervención directa del Estado que no descartaba la creación de una empresa pública….EL MUNDO la metía en el saco de la línea bolivariana. Un pequeño dato: la propia dueña de ENDESA, la italiana ENEL, es pública. Y no es la única en Europa. Lo que sí es único en Europa es la terca frivolidad de la derecha nacional, la endeblez y el esoterismo de sus argumentarios  y sus ‘bluetooth’ siempre con el wifi conectado. 

Hay una obsesión veraniega permanente- las obsesiones permanentes siempre  son patologías que nublan las entendederas- cada vez que hay un presidente socialista. No falla. Siempre sale a relucir la residencia de Patrimonio donde descansa el inquilino de La Moncloa y su familia. Siempre se saca alguna obviedad con tonterías convenientemente solemnizadas para provocar el escándalo de la parroquia apoyándose en la envidia innata de los humanos que utilizan la prensa escandalera como el pitorro de una olla a presión para aliviar sus hervores y terapia de autoestima. Si no es el mantenimiento de la pista de tenis, o de la piscina, es la compra de una nueva lavadora, o una mano de pintura  porque La Mareta, como su propio nombre indica, está casi en la mar salada de Lanzarote, cuya espuma a veces llega a las ventanas. 

Bueno, y poco antes fue lo de la foto con Joe Biden en un pasillo de Bruselas cuando la visita del presidente de EE. UU. a la cumbre de la OTAN. En esa ocasión la idea era que Washington despreciaba al gobierno social-comunista- bolivariano… lo cual ‘demostraba’ que Sánchez debería dimitir ipso facto. Al día siguiente se publicaba que la OTAN celebrará el año que viene una Cumbre de gran importancia en Madrid, con motivo del cuadragésimo aniversario del ingreso de España en la Alianza Atlántica. (Por cierto, en aquella ocasión la cabeza de Fraga no tuvo espacio disponible para el sentido de Estado, porque predicó la abstención en el referéndum para ver si así ganaba el NO y conseguía que dimitiera Felipe González al perder la consulta cuyo SI llevaba en solitario el líder del PSOE (y todo su equipo, naturalmente).

Ya se hablaba de la ‘baraka’ sanchista cuando para algunos populares había en realidad un delito de ocultación y trampa a las leyes de la Transparencia: Sánchez tenía una varita mágica. O un trato con las meigas, que como dicen los gallegos, “haberlas, haylas…”

Ha sido muy tierno observar como la necesidad de un titular y una foto posada lleva a la dirección popular otra vez al habitual callejón del ridículo. Que tiene el peligro de convertirse en ‘ridiculum vitae’. Sánchez tiene muchos ángulos para la crítica, y a veces la derecha se tropieza con algunos por casualidad. Pero por lo general la mayor parte de las veces pica el anzuelo malvado por pura impaciencia. Incluso el que tenga mucha hambre, debe mirar el plato por si las moscas. “Sigue de vacaciones en La Mareta, sin trabajar, mientras los problema se acumulan”, era el discurso de las últimas semanas. El mensaje nada subliminal era que Sánchez era un gandul y un pasota que no salía a dar la cara por la tragedia afgana.. Fue un error incomprensible en la era pandémica: la dirección popular no entendió que ya todo el mundo podía teletrabajar. Que las videoconferencias múltiples tienen pista libre. El jefe popular o el alcalde madrileño, que tal baila, tienen ordenadores y grandes pantallas en sus despachos…pero no tienen lo que hay que tener digitalizado: la mente, el material, el método y los instrumentos de trabajo. 

¿Varita mágica? “Sánchez es el único de los 10 presidentes con más bajas en Afganistán ( no cuentan las de Rajoy…) que sigue callado”, ‘Sánchez fuera de juego mientras Johnson, Merkel y Macron coordinan la repatriación y las ayudas’, clamaba ABC,  pero a las pocas horas sorpresa: ‘Sánchez reaparece en Torrejón y presume de apoyo europeo mientras EEUU le ignora’, titulaba ‘El Mundo’, cuando el presidente visitaba a un contingente de agradecidos afganos acompañado de Ursula von der Leiden y Carles Michel, que alaban su liderazgo. ABC sigue esa vereda de cabras: ‘Sánchez se agarra a la UE ante el desdén de EEUU’. Pero a las pocas horas nuevo bofetón de realidad: ‘Biden llama a Sánchez para pactar la acogida de refugiados afganos en Morón y Rota’. Claro que, no faltaba más,  ‘El PP insta a Sánchez a “dejar las fotos” y “dar la cara” en el Congreso’. 

Pero ese “dar la cara” que pide Casado puede tener un incontrolable efecto guillotina: España ha sido, según los dos mayores altos cargos de la UE, Von der Leyen, presidenta de la Comisión,  y Carles Michel, presidente del Consejo, un ejemplo de eficacia y de “la mejor alma europea”. 

Como dice el poema de Lope de Vega que recitábamos en el cole ... “Un soneto me manda hacer Violante/que en mi vida me he visto en tanto aprieto/ catorce versos dicen que es soneto;/burla burlando van los tres delante”. 

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Empezó dirigiendo una revista escolar en la década de los 60 y terminó su carrera profesional como director del periódico La Provincia. Pasó por todos los peldaños de la redacción: colaborador, redactor, jefe de sección, redactor jefe, subdirector, director adjunto, director... En su mochila cuenta con variadas experiencias; también ha colaborado en programas de radio y ha sido un habitual de tertulias radiofónicas y debates de televisión. Conferenciante habitual, especializado en temas de urbanismo y paisaje, defensa y seguridad y relaciones internacionales, ha publicado ocho libros. Tiene la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.