Un Congreso para afrontar el futuro sin complejos

Un Congreso para afrontar el futuro sin complejos

El futuro esperanzador de un proyecto colectivo como es España no se puede afrontar desde la crispación, el enfrentamiento y el ruido.

Congreso PSOE.EFE

Vivimos una época de sobresaltos continuos: una pandemia, la erupción de un volcán en la isla de La Palma… ¿Qué será lo siguiente, una invasión extraterrestre? Ante esto los ciudadanos necesitan certidumbres de futuro, y esto solo se puede garantizar para la mayoría de los ciudadanos desde lo público, desde la política. Como hemos comprobado en los grandes retos a los que nos hemos tenido que enfrentar en los últimos años, sin un Estado fuerte no habría vacunación masiva para todos, ni ayudas para los que se han quedado sin vivienda por los desastres naturales.

El pasado fin de semana hemos visto cuál es la propuesta que nos tiene preparada el PP si consiguiera en algún momento llegar al Gobierno: derogar todo lo que ha aprobado y tiene previsto aprobar este Gobierno progresista, aunque sean medidas que beneficien a una gran parte de la población, como una ley de muerte digna, muy demandada desde hace años; una ley de vivienda que busca garantizar un futuro de calidad a las generaciones más jóvenes que perciben como su vida puede ser peor que la que tuvieron sus padres; una reforma laboral que acabe con un concepto implantado por el PP durante su mandato, el del trabajador pobre. No dudo que en ese paso atrás que nos plantea el PP estarían dispuestos a devolver a Franco al Valle de los Caídos.

El futuro esperanzador de un proyecto colectivo como es España no se puede afrontar desde la crispación, el enfrentamiento y el ruido. Curiosamente todos esos ingredientes son los que ha puesto el PP como base de su estrategia, para intentar llegar al Gobierno a cualquier precio, aunque sea a costa del bienestar de la mayoría de españoles.

Ante esto, el PSOE tiene una oportunidad con la celebración de su 40º Congreso Federal, que se celebrará en Valencia. No hay dudas sobre el liderazgo en el PSOE, algo que no ocurre en el PP, donde la incógnita es cuando dará el salto Díaz Ayuso o si Núñez Feijóo plantará cara definitivamente a Casado, como muchos en su propio partido esperan desde hace tiempo. El PSOE tiene el reto de renovar las ideas y especialmente las dinámicas de funcionamiento, para dar más agilidad a una organización con más de 140 años de historia ante una realidad que ha acelerado los cambios.

Podemos salir del próximo Congreso del PSOE con un equipo renovado y con los mejores perfiles, con las ideas más innovadoras, pero si no somos capaces de implantar nuevas dinámicas, que den agilidad a nuestro funcionamiento y respuestas para adelantarnos a los retos que tenemos por delante, si no conseguimos implantar en toda la organización actitudes para que los ciudadanos se acerquen a nosotros, nos escuchen y nos hagan propuestas, será complicado que podamos afrontar los retos siendo referentes de una gran mayoría de la población.

Tenemos una oportunidad que no podemos desaprovechar y ahora es el momento: el Congreso de este partido centenario que implantó políticas de referencia a nivel mundial cada vez que ha gobernado. Un Partido Socialista  que ahora tiene el desafío de impulsar la organización para impulsar España, desde un proyecto que piense en la mayoría de españoles. De todos los ciudadanos de nuestro país que viven en el entorno urbano y de los que quieren seguir haciéndolo en el entorno rural; de los más jóvenes que esperan que alguien les plantee que es posible un futuro mejor, y de los mayores, que desean que nadie ponga en duda que merecen una pensión digna después de muchos años de trabajo. Un proyecto de aquellos que nacimos en este país y de aquellos que, por circunstancias de la vida, decidieron implantar su proyecto de vida en nuestro país, y sobre todo, de las mujeres que durante años han visto como sus oportunidades estaban capadas por el simple hecho de haber nacido mujer.