Venezuela sin tiempo fuera

Venezuela sin tiempo fuera

Ya está más claro que es el ejecutivo de EE UU el que está y ha estado detrás de los planes para derrotar a la revolución bolivariana.

FEDERICO PARRA/AFP

En mi infancia recuerdo que cuando jugábamos fútbol en las tardes, no era extraño que se presentaran disputas, un nombre grande para reflejar las pequeñas diferencias que puede haber en un juego de niños y niñas; que casi siempre eran sobre una jugada dudosa o la acción violenta de uno de los participantes. En estas situaciones cualquiera de los jugadores gritaba “tiempo fuera” e inmediatamente el balón se detenía y con la asistencia del árbitro, si lo teníamos; arreglábamos las cosas y luego se continuaba. Contrario a la creencia generalizada, en ningún tablero político existe esta idea del “tiempo fuera” y Venezuela no es la excepción, así que mientras se desarrolla un proceso de diálogo entre los actores del chavismo y algunos de la oposición venezolana, todos operan en el campo de juego para afectar resultados y ajustarlos a sus expectativas. Esta nota presenta algunos apuntes sobre estas acciones que se dan simultáneamente al proceso de diálogo.

Preliminarmente conviene afirmar que la situación de suma cero se mantiene, es decir ninguno de los actores en disputa tiene la capacidad para avanzar sin que el otro pierda la totalidad y esto los deja accionando en el campo donde hasta ahora han logrado ventaja. En el caso del chavismo, en el terreno de lo político, y a quienes lo adversan, en el campo de lo económico. En el plano internacional, cada uno sigue operando bajo el amparo de sus aliados globales.

A lo interno el chavismo sigue ejerciendo el gobierno del ejecutivo y cuenta con el apoyo de los demás poderes, excepto el legislativo que formalmente están en desacato, y con él opera en tres áreas fundamentalmente. La económica con un plan que está a punto de cumplir un año y que no ha solucionado los problemas claves que se propuso: elevar los niveles de producción de bienes y servicios en el país y controlar la creciente inflación. En lo social sigue fomentando la política de subsidios directos a la población, mientras los salarios pierden capacidad de adquisición real de manera paulatina (a la fecha el salario mínimo es de poco más de 3 dólares EUA mensuales). En lo político mantiene su capacidad de movilización organizada significativa a pesar de la situación económica.

Desde el punto de vista discursivo, se abandonó el enfoque triunfalista para sostener uno de ánimo en relación a una salida de más largo plazo, lo que supone otro desencanto

La oposición al chavismo ha dejado de convocar actividades masivas a nivel nacional, se ha concentrado en actos locales, que en su dimensión son masivos y son fundamentalmente encabezado por Juan Guaidó. Desde el punto de vista discursivo, se abandonó el enfoque triunfalista para sostener uno de ánimo en relación a una salida de más largo plazo, lo que supone otro desencanto para sus seguidores, que demandan el cumplimiento inmediato de lo prometido. Eso no significa una disminución del rechazo al gobierno bolivariano, y dentro de este a Nicolás Maduro, que lo encabeza. En términos organizativos siguen con una unidad inacabada.

A nivel internacional el gobierno de los Estados Unidos de América sigue tomando las iniciativas para afectar al gobierno bolivariano, con el beneplácito de la oposición nacional; en este texto abordaremos tres direcciones de estas. De manera unilateral, en este sentido incrementa su acción a través de una acción ejecutiva que limita la disposición del gobierno bolivariano de los bienes del Estado venezolano en territorio estadounidense, de igual manera criminaliza al gobierno bolivariano y sus actores, y para esto califica al primero por debajo de sus expectativas en relación a la lucha contra el narcotráfico y coloca en la lista de los más buscado a unos de los principales actores del gobierno en el campo económico.

Otros gobiernos han incorporado el tema Venezuela como comodín para distraer la atención de ciertos puntos claves en su país

De manera consorciada el gobierno estadounidense sigue utilizando su entramado diplomático para lograr más apoyos en relación a la causa de devolver la democracia en Venezuela, según sus términos, y en este marco se encuentra la reciente reunión en Lima para coordinar acciones. En este último aspecto es difícil sostener una tensión contante, pues los gobiernos que eventualmente tienden a involucrarse en esta línea tienen que atender sus asuntos nacionales y estos no pocas veces son sencillos, y en este sentido podemos citar dos ejemplos, el primero el gobierno del Reino de España que sigue apoyando, pero está concentrado en resolver su falta de respaldo para su continuidad. Otros gobiernos han incorporado el tema Venezuela como comodín para distraer la atención de ciertos puntos claves en su país, como en el caso de Colombia y Ecuador. La tercera y última acción está destinada a afectar a su favor los discursos de los voceros de los órganos de multilaterales, en particular el sistema de naciones Unidas y en este marco podemos citar en orden de importancia la declaración de Michelle Bachelet luego de su visita a Venezuela y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados, esta acción se desarrolla frente al fracaso se impulsar decisiones favorables a su discursos en las plenarias del sistema de Naciones Unidas.

Mientras tanto los encuentros se desarrollan ahora en nuestro hemisferio, es decir Barbados. No hay declaraciones públicas específicas de un proceso que apenas empieza y que por el momento no cuenta con la asistencia del chavismo, como respuesta a la última medida unilateral del gobierno de los Estados Unidos de América contra Venezuela.

Más en la oposición que en el chavismo anhelan un avance rápido en las negociaciones, pero parece que todavía los que participan están lejos de sus propósitos, mientras tanto seguirán operando con los recursos que tienen. No habrá como dijimos al principio tiempo fuera. Por lo pronto preocupa que en las condiciones actuales del país, la oposición siga achacándole la responsabilidad exclusiva de la situación al chavismo, para capitalizarlo a su favor. Por otro lado, el chavismo hoy tiene más base argumental con las últimas acciones, pues su contendiente real se revela, pero sus capacidades operativas siguen mermando y eso impacta directamente en la vida de las venezolanas y los venezolanos. Ya es más claro que es el ejecutivo de EE UU el que está y ha estado detrás de los planes para derrotar a la revolución bolivariana.

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