Tres soles a las puertas de la Cumbre de Hielo de Groenlandia

Tres soles a las puertas de la Cumbre de Hielo de Groenlandia

Cuando leáis nuestro post, seguramente estaremos ya en la Cumbre de Groenlandia, hasta donde nos habrá traído el Trineo de Viento. Ahora mismo estamos a 3.150 metros de altitud, a pocos kilómetros de la base científica norteamericana Summit Camp. Nada hay en cientos de kilómetros alrededor, más que hielo y nieve. Y viento, ese combustible que nos ha permitido llegar hasta aquí.

Cuando leáis nuestro post, seguramente estaremos ya en la Cumbre de Groenlandia, hasta donde nos habrá traído el Trineo de Viento. Ahora mismo estamos a 3.150 metros de altitud, a pocos kilómetros de la base científica norteamericana Summit Camp. Nada hay en cientos de kilómetros alrededor, más que hielo y nieve. Y viento, ese combustible que nos ha permitido llegar hasta aquí sin dejar más huella que las líneas de los raíles del trineo sobre la superficie.

Hemos recorrido ya más de 700 kilómetros, de ellos 250 en una jornada épica de trece horas que hicimos durante la noche del pasado miércoles, después de llevar 10 días de pequeños avances y paradas. Como decíamos en el anterior post, tenemos un tiempo que nos ha impedido llegar con el convoy tal como fue diseñado hasta donde estamos. Y no es tanto porque no hubiera sido posible, sino porque una vez separados hemos llevado ritmos diferentes por tormentas no previstas. Pero hemos llegado donde queríamos y con los 2.000 kilos de carga.

Además, pese a estas dificultades, hemos podido recoger los datos sobre la nieve y las radiaciones de los rayos cósmicos, que son nuestro objetivo científico. Llevamos ya muchas perforaciones en la superficie, y el detector de muones que nos preparó Juanjo Blanco, de la Universidad de Alcalá de Henares, no deja de trabajar. Esperamos que todas estas mediciones ayuden a los científicos a entender por qué el clima del Ártico está cambiando tanto, algo que este año es realmente espectacular.

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Nuestra intención cuando lleguemos a la base norteamericana Summit Camp, lo que esperamos hacer los seis expedicionarios juntos en las próximas horas, es visitarla, si es posible, y recoger el material que nos ha dejado allí el científico Jason Box. Entonces, haremos perforaciones de hasta 15 metros por zonas donde nunca antes se han hecho.

Sabemos que el viernes ya salieron para Groenlandia desde España Manuel Olivera y Miguel Herrero, dos de los tres que harán el relevo en el Trineo cuando lleguemos a los alrededores de la costa este. El tercero, el groenlandés Malik Milfeldt, se les unirá en Isortoq. Seguramente, deberán caminar unos 60 kilómetros hasta llegar al punto de encuentro, siguiendo una ruta habitual de muchas expediciones.

Llevamos quince etapas, pero el cansancio acumulado no logra empañar nuestro ánimo, acompañado de la belleza que nos rodea. Esos atardeceres y amaneceres en los que, por un efecto de la luz llamado parhelio, llegamos a ver tres soles en el horizonte, y a menudo más de un arco iris al mismo tiempo. Navegamos a 20 km/h por esta llanura sin fin con la sensación continua de que estamos en otro planeta.