Verdades y mentiras del periodismo con Seymour Hersh

Verdades y mentiras del periodismo con Seymour Hersh

Disparaba como una ametralladora las verdades inmutables del periodismo. Cada una de sus palabras, cada una de sus frases son tan poderosas y pertinentes que nos recuerdan de manera casi literal los defectos y carencias del periodismo en España.

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Seymour Hersh (izquierda) y Jon Lee Anderson charlan en mayo de 2013 durante la clausura del Foro Centroamericano de Periodismo organizado por elfaro.net. Foto: Mauro Arias.

Seymour Hersh disparaba como una ametralladora las verdades inmutables del periodismo, todo el auditorio le escuchaba emocionado el pasado mes de mayo en San Salvador. Hersh, premio Pulitzer por sus trabajos denunciando la masacre de My Lai (Vietnam, 1969), un veterano de 76 años lleno de energía, respondía a las preguntas de Jon Lee Anderson en la clausura del Foro Centroamericano de Periodismo organizado por elfaro.net. Cada una de sus palabras, cada una de sus frases son tan poderosas y pertinentes que nos recuerdan de manera casi literal los defectos y carencias del periodismo en España.

"Ese es el negocio del periodismo, no creer lo que te dicen, aunque te lo diga el presidente". No hay que esforzarse mucho para ver los ejemplos de pleitesía hacia el poder que vivimos en estos tiempos por parte de algún sector de la prensa. Pero tampoco hay que olvidar pasados y tremendos errores. Recordemos la mañana del 11-M en la que José María Aznar, presidente del Gobierno, logró convencer a muchos directores de periódico de que el atentado había sido obra de la banda terrorista ETA.

"Tenemos un oficio muy delicado, podemos hacer mucho daño a una persona en 700 palabras". Así es, en 700 palabras o en un simple breve perdido en un rincón de una página o un sitio web. Por eso es tan grave la tendencia creciente a frivolizar el trabajo de los periodistas y los contenidos de los medios. Y ya sabemos que o los profesionales defendemos el oficio o nadie se va a ocupar de ello.

"Un buen periodista es mucho mejor que todos los idiotas que gobiernan este mundo". Un periodista crítico, que entienda el oficio como un servicio público, que no se deje amedrentar ni embaucar por el poder o las fuentes... En fin, un buen periodista.

"Que no les detengan los jefes, publiquen, hoy con Internet se puede". Así es, no hay disculpa, si te censuran, publica, aunque sea en un blog y con otro nombre, publica o pasa la historia a un compañero que pueda publicarla. Los medios, agobiados por su crisis económica, son hoy más prisioneros que nunca de la publicidad y los bancos. Cualquier historia que perjudique al gran poder económico tiene pocas posibilidades de prosperar en las grandes tribunas. Utiliza las pequeñas que hoy gracias a la red pueden amplificar su voz hasta ser escuchadas por casi todo el mundo.

"Creímos tener un cambio con Obama, pero nos ha decepcionado. Es inteligente, sí, quizá por eso es peor". Ya lo estamos viendo, no son sólo los asesinatos selectivos utilizando los aviones no tripulados (drones), con víctimas civiles en muchos casos, también los espionajes masivos en las redes sociales. La cara amarga de un gobernante que nos llenó a todos de esperanza.

"Soy de la vieja escuela de lo moral, creo en lo bueno y lo malo". Y ahí estamos, cuando se pretende hacer pasar objetividad por encubrimiento. Cuando los silencios son más mentirosos que la propia información tergiversada. Cuando las supuestas bondades de la equidistancia ocultan la desidia o el acomodamiento.

"Los políticos en EE UU no nos dicen la verdad, nuestro trabajo es descubrirla". No dicen la verdad en EE UU ni en España. Y parte de la responsabilidad es nuestra, de los periodistas, que les hemos dejado durante años un enorme campo de actuación muchas veces prisioneros de sus confidencias.

"Los periodistas deben perseguir la historia como animales rabiosos". ¿Cómo no querer ser periodista?, se preguntaba Hersh casi al final de su intervención. "Podemos hacer un tremendo bien si perseguimos la historia. No puedes obligarlos [a los líderes] a hacer lo correcto, pero puedes hacerles muy difícil hacer lo incorrecto". Pero sólo hay una forma de lograrlo: "Debes salir a perseguir la historia como un animal rabioso".