Cañones acústicos de los Mossos: así son, así suenan

Cañones acústicos de los Mossos: así son, así suenan

A los hombres de la fotografía les une el cable tanto o más que la pistola, el casco o la obediencia debida que profesan. Uno, callado, sostiene el altavoz. El otro, micrófono en mano, da órdenes a los manifestantes. O aprieta un botón y el altavoz emite un sonido agudo, muy agudo.

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A los hombres de la fotografía les une el cable tanto o más que la pistola, el casco o la obediencia debida que profesan. Uno, callado, sostiene el altavoz. El otro, micrófono en mano, da órdenes a los manifestantes. O aprieta un botón y el altavoz emite un sonido agudo, muy agudo.

Podrían recordar a un par de feriantes en plena tómbola cantando bingo, anunciando la próxima chochona. El día que estrenaron sus nuevos juguetes debió ser hilarante: "Uno, dos, probando... súbelo, sí... eh, quieto, ¡para!, ¡bájalo, ¡que duele! Puf, cómo peta el maquinón, qué pasada..." (o la jerga equivalente en catalán). Quién sabe, tal vez lo estrenó un Mosso-de-día/DJ-de-noche pinchando sus mezclas con el altavoz que hemos pagado todos (de 15.000€ para arriba, por cierto). Escenas ficticias, casi amables, si el aparato en cuestión no pudiera reventarte los tímpanos desde lejos, asépticamente, como un rifle.

Lo llaman dispositivo acústico de largo alcance o LRAD (altavoz revienta-tímpanos no vendería) y es el arma elegida para sustituir a las balas de goma en Cataluña. Asusta, y mucho, imaginar a la Guardia Civil  aturdiendo con ella a inmigrantes al borde de la asfixia en Melilla.

El LRAD de la fotografía sonaba así:

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Las fotografías fueron tomadas durante los disturbios posteriores a la manifestación contra el desalojo de La Carboneria, un edificio ocupado en el centro de Barcelona. Antes de utilizar esta nueva adquisición, como mandan sus cánones, los Mossos calentaron motores repitiendo a modo de mantra lo siguiente: "Atención, les habla la policía. Dejen de hacer lanzamientos y daños a las entidades" (nota del traductor: no rompan los cristales de los bancos). Es la segunda ocasión que los Mossos d'Esquadra utilizan este arma. Nada parece indicar que sea la última.