Capítulo III: El capitán

Capítulo III: El capitán

El atuendo habitual del Capitán, heredado de los años en los que se dedicó a la pesca en altamar, consistía en un impermeable amarillo con gorro y botas katiuskas a juego. No era demasiado ortodoxo para un policía, pero él se sentía cómodo así.

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- Mister Proper, supongo...

- Don Limpio... si no le importa.

- Ah..., bien, como usted quiera, grumete... Permita que me presente. Soy el Capitán Pescanova, oficial a cargo de su caso -le dijo mostrándole una placa.

El atuendo habitual del Capitán, heredado de los años en los que se dedicó a la pesca en altamar, consistía en un impermeable amarillo con gorro y botas katiuskas a juego. No era demasiado ortodoxo para un policía, pero él se sentía cómodo así. En cambio, con lo que no se sentía confortable en absoluto era con la omnipresente prohibición de fumar. De hecho, se la saltaba en cuanto tenía ocasión. Unas cuantas hebras de tabaco de pipa enredadas entre las canas de su barba le delataban. Los homosexuales, por cierto, tampoco eran santos de su devoción, pero trató de disimularlo.

- Bueno, dígame, ¿qué tal se encuentra usted, grumete?

- No es el mejor día de mi vida -repuso Mister Proper con cierta hosquedad.

- Ya me imagino. Fui yo quien le telefoneó esta mañana para pedirle que viniera. Encontramos el cuerpo de su novio hará unas dos horas, en un callejón en las afueras de la ciudad. Tendré que hacerle unas preguntas. Espero que no le importe.

- Como quiera...

- Bien, creo que lo mejor será que nos sentemos. El único lugar en el que soporto más de cinco minutos de pie es la cubierta de un barco. Y a usted, ¿le gusta el mar?

- ¿El mar? No mucho, la verdad. Soy más de jacuzzi.

- Entiendo. Bien, supongo que podemos empezar.

Tomaron asiento en uno de esos grupos de sillas unidas entre sí que suele haber en las salas de espera de los hospitales. El capitán accionó una pequeña grabadora digital y arrancó sin más el interrogatorio.

- Comencemos desde el principio. ¿Cómo se conocieron usted y la víctima?

Era tan suave se publica por entregas: cada día un capítulo. Puedes consultar los anteriores aquí.