Una pareidolia llamada Olivia Wilde

Una pareidolia llamada Olivia Wilde

Cuando todos estamos enfrascados en si un vestido es dorado o azul, en si un objeto es real o si todo es una ilusión óptica, olvidamos que hay muchos aspectos sociales que están invisibilizados, sin que parezca preocuparnos. Y si no, miren dentro de este post el tráiler de la película Cowboys & Aliens, que invisibiliza a una actriz como Olivia Wilde.

A estas alturas de la historia, deberíamos recibir un manual de instrucciones y comenzar de nuevo. El desbarajuste de esta sociedad es de una incomprensibilidad misteriosa, casi esotérica; aspectos que creía controlados se embrollan y me resultan difíciles de asimilar. Yo que creía que tenía controlados los procedimientos protocolarios, y estoy a años luz de entender el orden jerárquico del mundo actual.

En los últimos tiempos, el modo en que se cita a los actores en los anuncios, programas y tráilers ha dado al traste con mi intuición. De hecho, no negaría haberla he perdido. Empezaré por una película española de estreno. Se trata de una cinta con gran calidad, elenco inmejorable y buena historia. Como de costumbre, nada que objetar. Nada malo sucede con la película, pero he aquí que la publicidad insidiosa de un programa de cine, da lugar a la más sana de las dudas. En el reparto hay dos hombres y dos mujeres; en total, tres Premios Goya. Lo lógico sería, siendo razonables, que primero se nombrasen a los que ostentasen el mejor palmarés. Si no, indudablemente debiéramos citar a los más veteranos. Si nos ponemos estupendos, quizá deberíamos dar prioridad a los más jóvenes para llamar la atención a la audiencia, servilismos del mercado. Sin embargo, ninguna de estas vías es elegida para publicitar la película, sino una única mención a los dos hombres, comenzando por el más joven y el más atrayente. En resumen: dos de los tres Premios Goya, el de las dos mujeres, quedan fuera.

Sigamos con nuestro repaso. Hace meses se estrenó la película Aliados, protagonizada por Marion Cotillard y Brad Pitt. Efectivamente, menciono primero a la actriz porque, como todos saben, fue ganadora de un Premio Oscar por la Academia de Hollywood, amén de un César en el seno del cine francés. Según la deducción lógica de nuestra reflexión, Cotillard debería ostentar el primer puesto de citación en el tráiler y en los programas cinematográficos; a fin de cuentas, estamos hablando de cine, no de géneros. Pues hele aquí que de nuevo encontramos la misma dilucidación promocional. Si alguien les pregunta, recuerden que Aliados está protagonizada por el atractivo intérprete Brad Pitt y, muy en segundo plano, la oscarizada actriz Marion Cotillard.

No queda aquí el elenco de inferencias ilógicas, todavía he encontrado alguna más, gajes de dedicarme a estudiar el universo audiovisual. De nuevo un programa de cartelera, de nuevo una película de estreno. Hace unas semanas veíamos en nuestros cines Passengers, protagonizada por Jennifer Lawrence y Chris Pratt. En efecto, se adelantan a mi razonamiento y aciertan. La actriz de Kentucky, ganadora de un Premio Oscar, tres Globos de Oro y un Bafta, queda relegada a un segundo plano, no vaya a eclipsar al escultural Pratt. Porque sí, él es atractivo, muy atractivo, y esto hace que ostente la primera posición para promocionar la película. No tiene un gran palmarés aunque, en cualquier caso, tampoco debe importarles a quienes sitúan el criterio de prioridad en él.

Ninguno de los casos anteriores ha conseguido alcanzar las cotas de absurdez al que llega el anuncio promocional de una cuarta película, esta vez televisiva, Cowboys & Aliens (2011) dirigida por Jon Favreau y protagonizada por Harrison Ford, Daniel Craig y Olivia Wilde. Hago bien en mencionarla aquí porque, si no, ni siquiera se sabría que figura en el plantel. El anuncio, bien realizado qué duda cabe, finaliza con un plano de los tres intérpretes, sobre el que se cita en off el nombre de ellos dos únicamente. Puede que Wilde no tenga la veteranía de Ford ni el físico de Craig pero, si no pensaban mencionar a la actriz, deberían haber elegido una secuencia en la que ella no figurase.

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Foto: REUTERS

Porque resulta que, por mucho que haya quien quiera confundirlos, no es lo mismo visualizar que visibilizar, es lo que tiene la vista y es lo que hay en esta sociedad. Cuando todos estamos enfrascados en si un vestido es dorado o azul, en si un objeto es real o si todo es una ilusión óptica, olvidamos que hay muchos aspectos sociales que están invisibilizados, sin que parezca preocuparnos. No es cuestión de educación, es cuestión de humanidad. El hecho de que Wilde figure como una presencia invisible, que no cuente en absoluto, es más serio de lo que puede parecer. No es una pareidolia ni un espectro, ni siquiera es una aparición. Es una mujer real, un ser humano al que vemos, pero al que obviamos. Y esto es extrapolable a la labor de las mujeres en muchos ámbitos.

Tengamos sentido crítico y no permitamos que sigan levantando fronteras entre lo que interpretan por nosotros y lo que es realmente verdadero. Porque, de seguir haciéndolo, muchas mujeres acabarán desapareciendo de tanta invisibilidad.

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Lucía Tello Díaz. Doctora y profesora universitaria de cine. Directora y guionista.