La doble pena de ser 'bobo' y periodista en la Francia de Fillon

La doble pena de ser 'bobo' y periodista en la Francia de Fillon

Hace tiempo que evito confesar que soy periodista. Especialmente en las cenas típicas parisienses en las que se habla mucho de política y todos parecen siempre mas listos que tú. No son mas listos. pero sí mucho mas agresivos. El francés es quejica por naturaleza. Por eso, cuando cree encontrar al culpable de sus penas, se ensaña sin piedad. Hoy el culpable ideal de todos los males del país (aparte de musulmanes e inmigrantes) es el periodista.

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Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando apenas han pasado veinticuatro horas desde el triunfo indiscutible de François Fillon en las primarias de la derecha. Acabo de entender las señales que desde hace algunos años me advertían de la caza de brujas que en Francia amenaza a los periodistas y a los bobos (bohemios-burgueses).

Hace tiempo que evito confesar que soy periodista. Especialmente en las cenas típicas parisienses en las que se habla mucho de política y todos parecen siempre mas listos que tú. No son mas listos. pero sí mucho mas agresivos. El francés es quejica por naturaleza. Por eso, cuando cree encontrar al culpable de sus penas, se ensaña sin piedad. Hoy el culpable ideal de todos los males del país (aparte de musulmanes e inmigrantes) es el periodista.

No hay cena entre amigos o conocidos que no termine en ajuste de cuentas con la prensa : « Los periodistas mienten, buscan la basura, no investigan, solo repiten lo que oyen » ...y así puedo seguir enunciando hasta el final de la página las acusaciones que soportamos en esas tertulias amistosas.

La derecha desacomplejada es la que desde el domingo avanza a grandes pasos hacia el poder.

Al principio entras al trapo, discrepas, intentas convencer con argumentos, pero solo consigues que saquen aún mas los dientes e intenten evidenciar tu ignorancia, ya que « el periodista es un ignorante y cualquiera puede hacer su trabajo mejor que él ».

Otro rasgo del periodista que exaspera a buena parte de la derecha francesa es su ascensión social. El periodista es la cabeza visible de toda esa masa de profesionales que se gana la vida haciendo lo que le gusta y que ha conseguido formar una nueva clase media alejada de los valores tradicionales de los burgueses que siempre ocuparon ese espacio. Ahora, los burgueses de toda la vida lo tienen que compartir y no les gusta.

Los votantes de Fillon representan en buena medida a la Francia clasista y conservadora que hacía de la discreción su divisa pero que hoy se expresa sin complejos.

La derecha desacomplejada es la que desde el domingo avanza a grandes pasos hacia el poder. Es una derecha que desprecia a los medios de comunicación. Su candidato, Fillon, adopta también sin complejos el discurso antiperiodistas del que soy testigo cada vez que se me ocurre responder a esa pregunta tan parisiense : ¿qué haces para ganarte la vida ?