Un milagro indio

Un milagro indio

India ha aumentado su productividad de manera sostenida durante las últimas dos décadas, sobre todo en la industria y los servicios, si bien no en la agricultura. Su crecimiento económico se sustenta sobre fundamentos sólidos y es sede de numerosas empresas de envergadura global en sectores como el acero, el automóvil, las telecomunicaciones o los servicios de información.

REUTERS

La economía de India creció a una tasa del 7,5 por ciento anual durante el último trimestre de 2014. Se trata de un crecimiento rápido, pero que no aparecería en los titulares de la prensa de no ser porque es una tasa superior a la de China. Además, la inflación ya no es una amenaza al haber bajado al 5,1 por ciento, el déficit por cuenta corriente se sitúa por debajo del 2 por ciento del PIB y el mercado de valores sigue subiendo.

India será en unos años el país más poblado del planeta, y también tendrá el mayor mercado de consumo antes del año 2030. Al contrario que China, India crece gracias al desarrollo del mercado interno. Esto revela dos debilidades importantes; a saber: la escasa inversión en infraestructuras y el largo camino que queda por recorrer para aumentar la competitividad de las exportaciones, que solamente son vigorosas en el caso de los servicios de información. Eso sí, la coyuntura internacional en los mercados de materias primas y energía suponen un aldabonazo importante para un país que importa tres cuartas partes de su demanda primaria de energía.

India, sin embargo, ha aumentado su productividad de manera sostenida durante las últimas dos décadas, sobre todo en la industria y los servicios, si bien no en la agricultura. Es decir, que su crecimiento económico se sustenta sobre fundamentos sólidos. Además, el país es sede de numerosas empresas de envergadura global en sectores tan diversos como el acero, el automóvil, las telecomunicaciones o los servicios de información.

India ha conseguido un grado considerable de estabilidad macroeconómica, pero no puede dormirse en los laureles. Su renta per cápita es aún exigua. La pobreza rural y urbana persisten, y la discriminación de la mujer y la violencia contra las mujeres son problemas generalizados. Es sector educativo, si bien capaz de producir cientos de miles de técnicos e ingenieros al año dista mucho de ofrecer a la empresa la mano de obra cualificada que precisa para seguir creciendo.

India se convertirá algún día en una de las tres mayores economías del mundo, y llegará a tener una renta per cápita de nivel intermedio. Para acelerar este proceso de desarrollo económico el país necesita seguir creciendo sin generar desequilibrios, planificar el crecimiento de las ciudades, invertir en infraestructuras, y seguir siendo un foco de innovación en sectores de futuro como los servicios de información, la biotecnología y la bioinformática.

Son más de 500 las empresas españolas que cuentan con una presencia permanente en India. Se trata sobre todo de empresas de mediano tamaño. India no es un mercado abierto, y mucho menos en los sectores en los que opera la gran empresa multinacional española, tales como la banca, la construcción, la energía o las telecomunicaciones. Es por ello que conviene prestar una mayor atención a las oportunidades que se irán presentando en este mercado a corto y medio plazo. India supondrá en un par de décadas un 20 por ciento de la actividad económica global. Lejos quedan ya los años en los que la economía española era dos veces mayor en tamaño que la india.