Promoviendo la lucha contra la pobreza

Promoviendo la lucha contra la pobreza

Mientras que el gobierno claramente desempeña el papel más importante en la lucha contra la pobreza a través de la creación de políticas en materia de educación, impuestos e industria, por ejemplo, las empresas crean la riqueza necesaria.

Si bien vivimos en una era dorada para la generación de riqueza, reducir el nivel de pobreza actualmente continúa siendo uno de nuestros principales desafíos. Hace 25 años, casi la mitad de la población mundial vivía con menos de un dólar por día. El rápido crecimiento económico que se ha dado desde entonces ha sacado a cientos de millones de la pobreza.

El crecimiento es lo que soluciona la mayoría de los grandes problemas económicos y sociales: la pobreza, los déficits públicos, la calidad de vida y el incremento de los costos en materia de salud y jubilación. Hoy en día menos de una de cada cinco personas vive en extrema pobreza, que actualmente medimos en 1,25 dólares por día. Pero como vivimos en un planeta muy poblado, eso significa más de mil millones de personas.

Sin embargo, hay un problema. Lograr la misma reducción de la pobreza nuevamente requiere de un ritmo de crecimiento mucho mayor del que tenemos. Y la caída del estándar de vida en muchos lugares en los últimos años, particularmente entre los sectores más pobres de la sociedad, ha producido auges de populismo y ha aumentado el riesgo de que la "política de protesta" perjudique a las economías. Es así que UBS redactó un documento, Furthering the fight against poverty (Promoviendo la lucha contra la pobreza), que plantea diferentes maneras concretas en las que las empresas pueden ayudar.

Posiblemente se pregunte por qué para UBS, el gestor de patrimonios más grande del mundo con algunos de los clientes más ricos del planeta, esto es importante. Particularmente en un momento en que sería mucho más popular unirse a la causa del tema candente del momento: la desigualdad. Bien, creemos firmemente que las empresas también tienen una función dentro de todo ello y la responsabilidad de ayudar a resolver el tema de la pobreza.

Y como gestor de patrimonios con tantos empresarios exitosos como clientes, vemos de primera mano la importancia que tienen en la creación de empresas duraderas que ofrecen puestos de trabajo, generan ingresos fiscales y estimulan la cadena de suministro y el gasto en infraestructura que promueven el crecimiento económico. Mientras que el gobierno claramente desempeña el papel más importante en la lucha contra la pobreza a través de la creación de políticas en materia de educación, impuestos e industria, por ejemplo, las empresas crean la riqueza necesaria.

Furthering the fight against poverty ha identificado formas en las que las empresas pueden marcar una diferencia. Una de ellas es asegurar que la mano de obra en los mercados desarrollados y emergentes tenga los conocimientos profesionales que satisfagan las necesidades del cambiante mercado laboral.

Las empresas se encuentran entre las primeras en ver cambios en el mercado laboral, pero son pocos los países que tienen la estrecha relación necesaria entre las empresas y los educadores para garantizar que esta información llegue al sistema educativo. Construir este vínculo ayudará.

El desempleo juvenil es un grave problema tanto en los países desarrollados como en desarrollo. En Oriente Medio, el norte de África y el sur de Europa, las tasas de desempleo se ubican entre un 20% y más de un 60%. Volver a capacitar a aquellas personas cuyos actuales conocimientos no satisfacen las necesidades de empleo es una cuestión urgente en la que las empresas pueden ayudar en forma directa, por ejemplo, con aprendizaje.

Además, vemos oportunidades para que los grandes filántropos -que a menudo son empresarios exitosos- participen como socios estratégicos, en lugar de ser simplemente donantes, para hacer frente a desafíos sociales como la educación, la atención médica y la inclusión financiera. Cuando hablo con nuestros clientes de todo el mundo, me queda claro que ya están pensando seriamente en cómo pueden contribuir de la mejor manera.

La financiación filantrópica puede desempeñar un papel vital en probar y fomentar la innovación, la cual, cuando queda demostrada, se puede implementar a escala a nivel empresarial o gubernamental. Una forma de hacer esto es a través de la inversión de impacto, cuyo objetivo es lograr metas sociales y financieras, creando una situación en la que todas las partes ganan y que pueden atraer a los principales inversores privados. Los bonos de impacto en el desarrollo (Development Impact Bonds, DIB) también son una herramienta que UBS utiliza para alentar el "pago por desempeño" en un modelo en el cual los inversores proveen fondos para un proyecto de desarrollo valioso y efectivo y, si se alcanzan los resultados acordados, un "financiador de resultados" paga la rentabilidad.

La UBS Optimus Foundation acaba de lanzar el primer DIB en educación para financiar un programa destinado a inscribir niñas en la escuela y mejorar los resultados de aprendizaje de todos los niños que asisten a la escuela en Rajastán, India. Optimus es el inversor y The Children's Investment Fund Foundation pagará una rentabilidad que dependerá de los resultados alcanzados en la inscripción de niñas y en los resultados del aprendizaje. Esperamos que este bono se convierta en una "prueba del concepto" que logre que los programas de educación eficaces reciban más fondos y ofrezcan resultados medibles y positivos que deriven en más puestos de trabajo y crecimiento económico.

Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, ha sido muy enfático acerca del papel crítico del sector privado en la lucha contra la pobreza. Estoy de acuerdo. Los empresarios pueden hacer una contribución real al asociarse con los gobiernos y las organizaciones sin fines de lucro y al aplicar sus habilidades para los negocios, como la innovación y la creatividad.