Carta a Merkel

Carta a Merkel

Ya que nuestros gobernantes no son lo suficientemente valientes y generosos y practican una política cortoplacista y de partido, ya que nos faltan verdaderos hombres de Estado, ponga usted las condiciones para que los recortes no se ceben de nuevo en los mas débiles

Alguien dijo que la mejor manera de NO conocer un país era preguntando por él a sus ministros. Temo que algo así suceda con todo lo que le van a contar durante estas horas, señora Merkel.

Nuestro presidente ha reconocido que la realidad le estropeó el programa electoral, es decir, que no fue capaz de diagnosticar lo que le sucedía al país, a pesar de estar al mando del primer partido de la oposición y de gobernar en muchas de nuestras Comunidades Autónomas.

Eso es muy grave, la alternativa -que mienta Rajoy descaradamente y nos tome por tontos- también lo es.

Uno ve qué tipo de medidas toma este Gobierno... y teme que todo siga esa hoja de ruta. Lo tememos porque los recortes en salarios y servicios a los ciudadanos se están demostrando ya ineficaces, insuficientes y, lo que es peor, contraproducentes.

Y porque existe un empecinamiento claro en no tocar lo que consideramos un claro responsable de nuestra pobreza: el derroche en la Administración del Estado.

Rosa Díez lo expresaba al decir que debíamos elegir entre el Estado de bienestar y el actual Estado de las Autonomías. Y creo que por desgracia es una elección que nuestro Gobierno tiene clara: antes ha querido bajar salarios y recortar derechos que eliminar las estructuras que sirven para que los grandes partidos coloquen a un gran número de los suyos.

Señora Merkel... ojalá pudiera escuchar a la gente de la calle. Porque esta petición que viene haciendo desde su fundación nuestro partido ya es un clamor.

Ya que nuestros gobernantes no son lo suficientemente valientes y generosos y practican una política cortoplacista y de partido, ya que nos faltan verdaderos hombres de Estado, ponga usted las condiciones para que los recortes no se ceben de nuevo en los mas débiles.

Que revisen un sistema absurdo y despilfarrador que hace que mantengamos 17 de todo... defensores del pueblo, decenas de canales de televisión con grandes pérdidas, más de doscientas embajadas, miles de empresas públicas que escapan al control y donde se colocan tantísimas personas y se ocultan grandes pérdidas y reina el enchufismo, miles de asesores y coches oficiales... Diputaciones provinciales inservibles, pequeños municipios que debieran ser fusionados como hizo toda Europa tras la segunda guerra mundial...

17 reinos de Taifas que ahora comienzan a ponerse en fila para exigir dinero a un Gobierno central al que en ocasiones denigran y acusan de sus propios errores y que encima pretenden recibir esa ayuda sin ninguna condición.

Que cesen los recortes democráticos que se están llevando a cabo en este país en el que nos encontramos organismos como el FROB que de forma opaca utiliza nuestro dinero sin ningún control parlamentario y ajeno al derecho público para salvar a cajas que han sido manejados por políticos, en vez de dejarlas caer garantizando el dinero de los depositantes.

Que no se lleven a cabo los intentos de los dos grandes partidos para blindar el bipartidismo camuflados con un populista "eliminemos representantes políticos".

Y sobre todo, pida encarecidamente que se restaure la independencia del poder judicial y que se avance de una vez en transparencia.

Esos controles democráticos, junto a una nueva ley electoral, una apuesta por la Innovación y el Desarrollo y una protección a los emprendedores, a la educación, la sanidad y al trabajo y la formación de nuestros jóvenes, harán que cambiemos de rumbo, crezcamos al fin y devolvamos su ayuda.