2015: ¿Podrá Podemos pasar de 'startup' a 'blue chip'?

2015: ¿Podrá Podemos pasar de 'startup' a 'blue chip'?

2015 se anuncia como el año del fin del bipartidismo existente en España durante más de 30 años. La cuestión es si esta situación será transitoria o si va a definir el tablero político durante las próximas décadas y creo que la situación será transitoria, pase lo que pase con Podemos.

2015 se anuncia como el año del fin del bipartidismo existente en España durante más de 30 años. La cuestión que cabe plantearse es si esta situación será transitoria o bien si va a definir el tablero político de nuestro país durante las próximas décadas y, personalmente, tiendo a creer que la situación será transitoria, pase lo que pase con Podemos.

Podemos, a día de hoy, comparte muchas características con una startup de éxito. Muchas de las empresas más innovadoras y exitosas que todos conocemos, como Apple o Google, empezaron como el sueño de un par de amigos, normalmente complementados (un visionario y un pragmático, un técnico y un vendedor, etc.). Obviamente, cuando dichas startups salen del garaje -el 15M en el caso de Podemos- y tienen crecimientos exponenciales, dejan de serlo y se convierten en lo que la jerga denomina blue chips o valores seguros.

El primer escenario que cabe plantear es uno en el que Podemos no realiza correctamente la transición de startup a blue chip, es decir, que la conversión de pequeño partido antisistema a partido de Gobierno se frustre por problemas de dentición (falta de organización, división, luchas intestinas, etc.), o bien por presentar características sectarias de culto al líder, que en una pequeña estructura pueden ser necesarias para inspirar a los acólitos/seguidores pero que en una estructura más vertebrada son necesariamente excluyentes.

Personalmente, dado el perfil de los fundadores, creo que Podemos será capaz de gestionar con éxito esta transición e integrarse de forma duradera en nuestro panorama político, algo que me resulta mucho más difícil de imaginar en el caso del Movimiento 5 Estrellas italiano liderado por el cómico Beppe Grillo, que al parecer ya empieza a dar ciertos síntomas de agotamiento.

Lo que ocurra en Grecia con Syriza sí puede determinar en gran medida la percepción que Podemos pueda inspirar a finales de este año. Si Alexis Tsipras no lograra formar gobierno o si Merkel consigue cargárselo para imponer a un tecnócrata, como ya hiciera con Berlusconi, quizás los electores españoles le den la espalda a Podemos, versión hispánica de Syriza, pero no creo que el chantaje de la Troika al sur de Europa pueda sostenerse por mucho más tiempo. Si Podemos (integrado en Ganemos o similares) gana en alguna gran capital de provincia y su gestión fuera desastrosa podría ocurrir algo similar, pero creo que este escenario no es muy probable ya que casi no habrá materialmente tiempo para acumular un balance tan malo.

De hecho, la falta de balance hace que el principal activo de Podemos a día de hoy sea su falta de pasivo y Pablo Iglesias, un líder inteligente, es muy consciente de ello y por eso se está planteando las municipales con tanto tiento: un escándalo, aunque fuera en Orejilla del Sordete, podría dificultar seriamente su asalto a los cielos en las elecciones generales. Otra indudable muestra de inteligencia de Iglesias son sus opiniones tajantes pero que defiende de forma solamente flexible, por lo que donde dije "bolivariano" hoy digo "socialdemócrata" y nos quedamos tan panchos (más vale tarde que nunca, por otra parte).

Otro escenario posible consiste en imaginar un alto crecimiento en España, dopado por un mayor consumo gracias al abaratamiento del petróleo (que comportará graves dificultades para Maduro, por cierto) y que el cabreo generalizado se rebaje notablemente. Si bien se adivina cierto crecimiento en el horizonte, no parece que éste vaya a ser suficiente para garantizar a Rajoy una reelección confortable, y el PSOE no se vería beneficiado tampoco en este caso.

Si Podemos, como creo que hará, logra sortear con éxito todos los obstáculos en el camino, obtendrá en las generales un número de votos equiparable a los del PP y puede que incluso más. Si se diera el caso, le auguro a Pedro Sánchez el rol de 'hacedor de reyes', que puede no parecer tan malo pero que en realidad es el primer paso hacia la irrelevancia total (véase sino a Nick Clegg en el Reino Unido) por lo que, tanto si Podemos gana como si pierde, creo que tendremos bipartidismo en España en el largo plazo.