¿Será el 2013 el último año de la crisis?

¿Será el 2013 el último año de la crisis?

A lo largo de 2014 la economía española experimentará una ligera mejoría. Pero de ahí a afirmar que ese crecimiento implica una "salida de la crisis", sin tener en cuenta el paro, que continuará en niveles altos, la pobreza generada en estos años, y los "riesgos" que afronta la economía española en 2013, es ciertamente exagerado.

"2013 va a ser el último de la crisis y, en buena medida, gracias a estos Presupuestos".

Así de contundente se mostró el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante la defensa de los Presupuestos Generales del Estado de 2013 en el Senado. No es la primera vez que el Gobierno pone un límite temporal al final de la crisis. Ya en mayo otro miembro del Ejecutivo, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, usó exactamente las mismas palabras que Montoro, aunque en esa ocasión refiriéndose al actual año, y dijo que 2012 sería "el último año de crisis".

La tentación de anticipar acontecimientos no es un mala costumbre sólo de este Gobierno, los "brotes verdes" de algunos miembros del Ejecutivo de Zapatero en 2009 han pasado ya a la historia. Pero, ¿hasta qué punto están ahora las declaraciones de Montoro basadas en hechos objetivos? Veamos:

Los datos

La dificultad de contrastar este tipo de afirmaciones radica en la amplitud con la que cada cual puede definir, a su conveniencia, la palabra 'crisis'. No obstante, parece que las previsiones realizadas por distintas instituciones no invitan al optimismo a corto plazo:

  • Así ocurre con la del Banco de España, cuyo gobernador, Luis María Linde, advirtió en el Congreso de que la previsión del Gobierno para 2013 era "ciertamente optimista".
  • La del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé que la economía española se contraiga un 1,3% en 2013 (frente a la contracción del 0,5% previsto por el Gobierno en los presupuestos), así como aumentos en la tasa de paro, hasta el 25,1%, y la inflación.
  • La de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha agravado todavía más las previsiones y ha pintado un escenario de una contracción del 1,4% en 2013 y una tasa de paro para ese año del 26,9%, que bajaría ligeramente al 26,8% en 2014.
  • La de la Comisión Europea, que también ha pronosticado un retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,4% y que el paro superará los seis millones de personas el año que viene.
  • La del Instituto Flores de Lemus, dependiente de la Universidad Carlos III de Madrid, que ha pronosticado que la economía española no abandonará la contracción interanual hasta el último trimestre de 2014.

Todos estos indicadores además tienen su traducción en el agravamiento de algunas de las consecuencias de las crisis que venimos padeciendo y que continuarán en 2013:

  • Como el aumento de los desahucios: en el 2013, el número de desahucios hipotecarios podría aumentar en un 30%, de acuerdo a un documento del Banco de España recogido por El Periódico.
  • La emigración, con toda la pérdida de talento que supone para una sociedad: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España perderá población en 2013 por primera vez en las últimas tres décadas y en los próximos diez años, 5,2 millones de personas abandonarán el país.

Sin embargo, como he dicho al principio: todo es cuestión de cómo acotar la definición. Según la previsión del propio FMI y la OCDE, a lo largo de 2014 la economía española experimentará una ligera mejoría, con un crecimiento del PIB de entre el 0,4 y el 1%, por lo que, de cumplirse, en sentido estricto se podría hablar de salida de la recesión.

Pero de ahí a afirmar que ese crecimiento implica una "salida de la crisis" en sentido amplio, sin tener en cuenta el paro, que continuará en niveles altos de acuerdo a todas las previsiones, la pobreza generada en estos años, que no se va a recuperar de un día para otro, y los "riesgos" que afronta la economía española en 2013, según el FMI y la OCDE, es ciertamente exagerado, y más teniendo en cuenta que en 2008, el propio Montoro hablaba de la "peor crisis económica de la historia de España" cuando el PIB crecía al 1,8%.

¿Quiere esto decir que la salida de la crisis cuanto antes no es un objetivo deseable? No, en absoluto. Todo el mundo desea que la economía mejore en el menor tiempo posible, y más los que están sufriendo en sus carnes directamente las consecuencias de la recesión. Lo que quiere decir es que la política debería hacerse en base a la consecución de pequeños objetivos a corto y medio plazo que mejoren la vida de la gente y no en base a eslóganes propagandísticos a largo plazo.

Nota: El objetivo de este blog es tratar de contrastar con hechos declaraciones exageradas o inexactas. Si escuchas, lees u oyes alguna declaración de este tipo, envíamela por Twitter a @InakiHdez y trataré de contrastarla.