El Barça desmantela al Huesca y mantiene el liderato (8-2)

El Barça desmantela al Huesca y mantiene el liderato (8-2)

Los azulgranas arrollaron en la segunda mitad a un digno equipo oscense que no supo cómo parar las genialidades de Messi y Coutinho

EFE

Salía Valverde con toda la artillería para honrar el duelo ante un Huesca que rendía su primera visita al coliseo azulgrana. Y nada más arrancar saltaba la sorpresa: el recién ascendido se ponía por delante en una acción que pilló de parranda a la zaga culé. Miramón progresó por el carril derecho, Alba no le cerró y su buen centro lo prolongó Longo para que Cucho Hernández desviara ligeramente y dejara de piedra a Ter Stegen.

Al Barcelona le tocaba remar ante un rival que compareció en el Camp Nou sin complejos, valiente y que hacía daño con cada salida. Hasta que apareció el de siempre, el que resuelve cuando a los demás se les apagan las luces. Recibió el diez por el carril derecho, en el balcón de área, amagó y con un recorte soberbio dejó sentado a Luisinho, en una acción que recordó mucho a la de hace unas temporadas ante Boateng.

El pulso se convirtió en una ruleta rusa. Los visitantes, sin amilanarse, amenazaban la retaguardia culé constantemente. Atrevido como pocos equipos en el Camp Nou, el conjunto de Leo Franco jugó al Barça de tú a tú, en un toma y daca constante pero donde acabaría imponiéndose la pegada de los de Valverde porque la calidad de sus hombres era lógicamente superior. Cuando corría el minuto 26, una buena combinación entre Alba y Dembélé sirvió para que éste pusiera el balón atrás y Pulido lo despejara a su propia portería. Un infortunio que no achantó a los oscenses. Ahora bien Dembelé, que sigue opositando a gran jugador, rozó el gol con un fabuloso golpeo al larguero. El mosquito está cada día más integrado en la dinámica culé. Messi no se la da a cualquiera y al francés lo busca con frecuencia. Buena señal para el joven futbolista galo, que estuvo en la puerta de salida durante todo el verano.

El encuentro cogió color azulgrana porque a los aragoneses se les acabó la gasolina y las ocasiones se sucedieron. En un centro de Alba -obviado por Luis Enrique en su primera convocatoria con la Selección- Suárez remató de primeras y batió por bajo al cancerbero Werner. Gol clásico de un nueve puro como es el charrúa y que necesitaba el tanto para acallar las voces críticas con su estado de forma.

Ahora bien el Huesca no bajaba los brazos y Gallar, en un despiste de Piqué, volvía a darle emoción al partido rematando libre de marca en boca de gol. El choque deparaba alternativas y un magnífico Coutinho pudo poner tierra de por medio con una jugada estupenda que solventó el guardameta visitante. Si bien, la montaña rusa del primer acto se convertiría en un monologo cuando los jugadores saltaron nuevamente al césped. El diez avisó con un remate al larguero y el que no perdonó fue Dembelé con un zurdazo seco abajo tras un gran pase en profundidad de Suárez. Otra combinación entre Coutinho y el capitán acabaría con el argentino filtrando un delicioso pase para que Rakitic empalmara el balón de primeras. Un digno Huesca intentó capear el temporal pero los azulgranas tenían ganas de marcha. Coutinho habilitó desde su propio campo a un Messi que recorrió cuarenta metros antes de plantarse solo ante Werner y cruzarle al balón al palo contrario.

Messi seguía regalando caramelos a sus compañeros y el último dulce se lo llevó un Jordi Alba que se reivindicó tras una semana complicada. El lateral se internó en el área y anotó por bajo el séptimo de la noche. No sería el último gol ya que Luis Suárez cerraría la escandalosa goleada transformando un penalty en el descuento.