Estos líderes mundiales pueden darle las gracias a Trump

Estos líderes mundiales pueden darle las gracias a Trump

Donald Trump.Kevin Lamarque / Reuters

Hay muchos que, a día de hoy, pueden dar las gracias a Donald Trump.

Juzguen ustedes mismos:

Las protestas crecían en Irán: gracias a Trump, han sido sofocadas y los conservadores belicistas tienen el viento a su favor.

Hezbolá estaba aislado: gracias a Trump (acontecimiento esencial), acaba de ganar las elecciones en Líbano, donde su coalición ha obtenido un apoyo mayoritario.

Elecciones en Irak: gracias a Trump, han ganado, por un lado, líderes populistas anti-occidentales aliados del Partido Comunista y, por otro, reclutas de Irán.

En Palestina no hay elecciones, de momento: pero si finalmente se celebraran, gracias a Trump, las ganaría Hamás sin problema.

Gracias a Trump también podemos decir que, en comparación, Vladimir Putin se ha convertido en defensor del derecho internacional: gracias a las iniciativas del presidente estadounidense, el precio del petróleo se dispara, lo cual, para la economía rusa (y, adicionalmente, para la Venezuela de Maduro) parece un don venido del cielo.

El yihadismo terrorista estaba acorralado: gracias a Trump y a Netanyahu, remonta la pendiente.

Erdogan también tendría que agradecerle algo a Trump: gracias a él, que se ha convertido en su mejor agente electoral, está arrancando a los dirigentes saudíes su liderazgo sobre el islam suní.

Estados Unidos ordena a las sociedades europeas, que han invertido ahí, que se retiren de Irán. "Gracias, Trump" podrían repetir los anti-americanos y los nacionalistas de todas clases que no tendrán problema en movilizar la opinión pública contra una hegemonía tan cínicamente brutal. Del mismo modo, las imágenes de la masacre de Gaza mientras se descorchaba champán en Jerusalén alegrarán, por desgracia, a todos los cerdos antisemitas.

Europa también podría dar las gracias a Trump, cierto, ya que el presidente americano le da la ocasión de emanciparse, por fin, de la tutela atlántica. ¿Pero será capaz de aprovecharlo?

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Francia es, a día de hoy, el blanco de alborotadores anarquistas que priorizan la acción directa, cuestionan el orden existente y sus reglas, repudian toda disciplina colectiva, y para quienes no hay contrato social que valga.

Tienen un gran aliado, un cómplice objetivo. Reside en Washington. Se llama Donald Trump.

¿Cuándo, en tan poco tiempo, se han tirado por tierra tantos acuerdos negociados, se ha trastocado tanto el orden mundial y se ha desestabilizado tanto la comunidad internacional?

En la parte baja, hay pequeños alborotadores. En la parte alta, hay uno muy grande. Anarquismo anticapitalista y anarquismo ultracapitalista se dan la mano.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano