Instagram, la red social donde más se falsifica la popularidad

Instagram, la red social donde más se falsifica la popularidad

Pixabay

La presión por ser popular en redes sociales ha despertado una brutal competitividad por atraer seguidores e interacciones. Así, ha visto la luz un mercado negro para la compra y venta de popularidad ficticia, a través del cual cualquier persona puede incrementar sus números por medios no convencionales.

Mucha gente utiliza para incrementar sus seguidores aplicaciones que prometen justamente eso: brindar fama automática e instantánea. Pero darle acceso a una de esas aplicaciones para ganar seguidores es firmar un pacto con el diablo: quienes permiten que esas apps manipulen su cuenta descubrirán pronto que su cuenta forma parte ahora de un ejército de autómatas a disposición del hacker que creó la aplicación, y que su cuenta está ahora funcionando como un bot: siguiendo a otras cuentas, dando likes y dejando comentarios continuamente.

El fenómeno es tal que Instagram recientemente anunció que procederá a llevar adelante una campaña específicamente dedicada a eliminar seguidores, likes y comentarios falsos. La medida anunciada consistirá en eliminar todas aquellas aplicaciones explícitamente dedicadas a aumentar el número de seguidores.

No queda claro si servirá de mucho esta medida, o si será acompañada por otras. Por sí misma no parece suficiente, ya que las aplicaciones no son el único método por el cual el público obtiene seguidores. De hecho, el método más utilizado parece ser la compra directa a través de sitios web. En algunos pueden comprarse seguidores de Instagram por montos tan ridículos como 1.000 seguidores por 8 dólares.

Instagram es un caso especial

Una acción similar a la que anunció Instagram fue la que emprendió Twitter en julio de 2018, cuando comenzó a suspender millones de cuentas sospechosas de comportamientos automatizados. Muchos usuarios reales sufrieron no sólo la pérdida de seguidores, sino, por error, la suspensión de sus propias cuentas.

El problema es que se ha descubierto que esos influencers muchas veces han inflado sus números comprando seguidores...

Cabe esperar que las medidas de Instagram también causen cierto revuelo en la comunidad de usuarios. El hecho es particularmente significativo porque si bien Instagram no es la red social más popular (a Facebook le corresponde ese honor por cantidad de usuarios activos), es la red social más de moda entre los jóvenes y donde más se compran y venden seguidores falsos e interacciones. Instagram ha demostrado ser una plataforma especialmente útil para la publicidad, y es el medio más utilizado por muchos "influencers".

El truco de los influencers

Los últimos años han visto aparecer una nueva profesión, la del influencer. Generalmente se trata de jóvenes carismáticos que han logrado obtener una importante audiencia en redes sociales, y obtienen en algunos casos importantes ingresos vendiendo publicidad. Es una de las formas de publicidad más preferida por compañías de primera línea, ya que es muy efectiva: la gente está más predispuesta a comprar algo si le fue sugerido por un líder de opinión o persona a la que admiran, y mucho menos si simplemente ven el producto en una publicidad. De hecho, la modalidad publicitaria tiene su propio nombre: "marketing de influencers".

El problema es que se ha descubierto que esos influencers muchas veces han inflado sus números comprando seguidores. El caso puede ser considerado fraude cuando esos influencers le están vendiendo a compañías una audiencia que en realidad no tienen. El asunto es tan problemático que Unilever, el segundo mayor anunciante a nivel global, publicó un comunicado diciendo que no contratará a influencers que compren seguidores, y que no comprará seguidores para sus propias cuentas en redes sociales. Lo que no se sabe es cómo puede Unilever saber si los influencers han comprado seguidores, considerando que las propias redes sociales tienen problemas para su detección.

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