Confesiones de un gay de extrema derecha

Confesiones de un gay de extrema derecha

Ser lesbiana, gay, transexual o bisexual no implica, ni mucho menos, tener ideas progresistas. Al contrario: el porcentaje de gays que se siente de derechas (6,23%) dobla al de la población general (3,11%). Un dato que se puede personificar en Mario Valdés, un joven gay que afirma sin tapujos ser homosexual y de ultraderecha.

Cuando se habla de la pluralidad del colectivo LGTB, muchos ignoran hasta donde llega. Ser lesbiana, gay, transexual o bisexual no implica, ni mucho menos, tener ideas progresistas. Al contrario, ya lo revelamos no hace mucho: el porcentaje de gais que se siente de derechas (6,23%) dobla al de la población general (3,11%), según un estudio de Ociogay.com. Un dato que se puede personificar en Mario Valdés, un joven gay que afirma sin tapujos ser homosexual y de ultraderecha.

Mario está seguro de que ambas cosas no tienen por qué ser antagónicas, y reivindica su tendencia frente a la izquierda. "Parece que por ser de izquierdas y gay vas a estar más integrado y parecerás muy moderno, pero eso no depende de la ideología sino de la persona". A pesar de ser reticente a las etiquetas, asegura que "si ser de extrema derecha significa defender la identidad étnica de España y de Europa, pues entonces estoy orgulloso de ello".

 

La ultraderecha parece estar en auge en el colectivo homosexual, o al menos así lo avisa Valdés, quien la define como "una minoría dentro de una minoría" que está creciendo de forma progresiva. "Tenemos que alzar la voz y dar visiones desde otro punto de mira gay", afirma. Quizás dicha forma tenga que ver con pensamientos como el de Plataforma per Catalunya, un partido con el que Mario comparte simpatías. "Aunque no soy de PXC me gustan mucho sus ideas, así como la de partidos similares", revela, y asegura que muchos de sus militantes conocen su homosexualidad y que "jamás" le han espetado nada. Una formación política que rechaza la inmigración en su ideario, y cuyo líder, Josep Anglada, ha tenido más de un problema. "Los robos están a la orden del día, parece mentira que los homosexuales, a los que creo inteligentes, no se den cuenta de esta situación, ¿a quién no le ha pasado que un extranjero le haya robado o intentado robar en el ambiente gay?

Además, Valdés insiste en la fuerza de este movimiento gay ultraderechista. "Le pongo un ejemplo: si hubiera elecciones solo para gais, es muy posible que la mal llamada extrema derecha identitaria llegara desde el 7% al 10%, ya que en la encuesta que tenéis en ociogay el 6% se declara de derechas de verdad". Sin embargo, y pese a que lo que afirma Valdés es cierto, la gran mayoría de la población homosexual se decanta por la izquierda y el centro-izquierda, un dato que comulga bastante con los obtenidos en el barómetro del CIS.

A pesar de las diferencias, Mario asegura que no le importa juntarse con gente que piensa diferente y, por qué no, incluso mantener una relación. "Tampoco tengo ningún problema en acostarme con ellos si no piensan igual, creo que lo de menos es eso, que te gusta su personalidad y su físico es lo verdaderamente importante, además a mí tampoco me han rechazado por esta diferencia, incluso permíteme la expresión, da hasta 'morbo'".

Sin embargo, la realidad es distinta, y los colectivos LGTB suelen deambular por derroteros opuestos a las ideas de Valdés, quien se siente apartado de ellos. "A veces me siento excluido cuando organizan algo, no me siento identificado con los que nos quieren imponer por ejemplo las organizaciones LGTB". Y lo ejemplifica con el día más importante en el calendario homosexual. "Echo de menos, por ejemplo, en la manifestación del Orgullo, un espacio para homosexuales patriotas e identitarios luchando por la igualdad desde el punto de vista patriótico Español".