¿Qué tipo de madre sería si renunciara a mis sueños?

¿Qué tipo de madre sería si renunciara a mis sueños?

Thanasis Zovoilis via Getty Images

Ser madre puede traer todo tipo de dilemas: cómo dar a luz, cómo alimentar al bebé o si trabajar o no. Como madre, te acostumbras a poner a tus hijos por delante: haces lo mejor para ellos, pero eso puede ser lo mejor para ti, o no.

Así que, cuando se trata de perseguir tus propios sueños, la cosa se vuelve un poco... complicada.

A veces los sueños no son posibles con niños pequeños. Por ejemplo, yo nunca podré ser una groupie y viajar con una banda de rock famosa en el mundo entero. A veces se tienen que posponer. Y, a veces, dejamos de perseguirlos o decidimos que ya no podemos hacerlos realidad.

Pero los sueños son importantes. Nadie quiere mirar al pasado y arrepentirse de no haber hecho algo. Sin embargo, lo más importante es que luchar por conseguir nuestros sueños puede enseñarles a nuestros hijos una lección importante.

Desde que tengo memoria, me ha encantado leer y escribir. Siempre he soñado con ser escritora y nada me gustaría más que ver un libro escrito por mí en la estantería. Pero no había pensado en ese sueño seriamente hasta que, el año pasado, descubrí los blogs, y me enamoré al instante.

Me ayudó a recuperar un pensamiento en mi cabeza que decía: "¿Por qué no escribes un libro?"

Así que empecé. Planifiqué y planeé. Escribí los primeros capítulos. Incluso tengo el borrador de la carta de petición y la oferta. Pero la vida se interpone en el camino.

Tengo tres niños pequeños, uno de ellos es un bebé. Mi día consiste en ir corriendo al colegio, llevar la casa y mantener a los niños vivos. Por las noches les doy de comer, les mimo y, normalmente, el bebé me despierta porque quiere jugar.

Lo que significa que es muy difícil trabajar en mi sueño, y muy fácil dejarlo por ahora, o rendirme, directamente.

La pregunta en estos casos es: ¿qué tipo de madre sería si renunciara a mis sueños?

Hace poco, mi hija tuvo una semana de artes escénicas y nos dijo que quería llegar a actuar en el West End de Londres. ¿Qué tenía que decirle? ¿Que no debería molestarse porque será realmente difícil? ¿O que es un lugar tan competitivo que no tendrá oportunidades?

¿O le demuestro que creo en ella? Que puede lograr cualquier cosa si trabaja duro y tiene la confianza necesaria. Que, aunque sea competitivo, tiene que creer que puede hacerlo.

El problema de decirle esto es que, si mis propias acciones (lo que hago con mi propia vida) no sirve de ejemplo, no me creerá y destruiré sus sueños incluso antes de que lo intente.

Si quiero que crea que puede conseguir cualquier cosa si trabaja duro, tengo que demostrarle que yo haré lo mismo. Si quiero que piense que puede ganar los papeles principales contra sus competidores, tengo que demostrarle que las cosas no me detienen porque sean difíciles y competitivas.

Yo soy el ejemplo. Puedo demostrarle que es posible conseguir un sueño; que puede tener éxito y obtener lo que quiere si se deja aconsejar, si es ambiciosa y, lo más importante, si no se rinde, porque será difícil.

Compaginar tus sueños con la maternidad es un desafío. Puede ser egoísta centrarse en lo que quieres hacer. Especialmente si tienes que sacrificar tiempo con tus hijos para conseguirlo. Pero a veces es bueno enseñarles que está bien tener sueños y esforzarse por hacerlos realidad. Porque, al fin y al cabo, si abandonas tus sueños, les enseñas a renunciar a los suyos.

Este artículofue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Lucía Manchón Mora