Aparecen botellas de agua en esquinas o en las puertas de las casas en pueblos y obedecen a un motivo muy higiénico
Cada vez se ven más y en más entornos.

Hace no tanto, ver garrafas de agua o simplemente botellas en las esquinas de las calles y en las puertas de las casas era algo harto improbable. En los últimos años, empero, este gesto se ha convertido casi en costumbre, especialmente en pueblos, aunque también en ciudades.
El motivo, obviamente, no es estético ni responde a una extraña moda fomentada por influencers (bueno, al menos de momento). La razón reside en las medidas de higiene en zonas con presencia de animales.
Dado que muchos animales domésticos y callejeros hacen sus necesidades en puertas y esquinas, los dueños de las casas o simplemente los vecinos han tenido que buscar soluciones.
Antes de recurrir al embotellado, la gente recurría a sustancias como el azufre y el carbonato de sodio para intentar mantener alejados a perros y gatos. Estos productos tenían un olor fuerte que incomodaba a los animales, pero también representaban riesgos para las personas.
Debido a estos peligros, se prohibió el uso de estas sustancias químicas, lo que dio lugar a la búsqueda de alternativas más seguras. Es ahí cuando surge la opción de las botellas y garrafas de agua.
El secreto de las botellas parece residir en la forma en que la luz se refleja en el agua, creando un efecto que puede ahuyentar a los animales. Esta técnica utiliza un fenómeno natural para ahuyentar a los animales sin causarles daño.