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Del pelo al movimiento: signos que pueden pasar desapercibidos de que tu perro tiene dolor

Del pelo al movimiento: signos que pueden pasar desapercibidos de que tu perro tiene dolor

Pueden tener consecuencias en los comportamientos.

Perro cansado y enfermo.Arman Zhenikeyev

Comunicarse con tu perro no siempre es fácil y detectar molestias, dolores o situaciones incómodas para él suele no ser sencillo por la forma que tienen de comunicarse con nosotros. 

Para tratar de detectar si el perro tiene algún tipo de dolor, la veterinaria Anne Myller, familiarizada con el tratamiento del dolor y el comportamiento animal, señala al medio Kotiliesi

"El dolor es una condición muy estresante para el animal. El dolor prolongado es como una carga que hay que arrastrar, lo que genera estrés en el cuerpo y consume recursos energéticos", destaca la especialista, quien recuerda que causas más evidentes como una pata rota pueden detectarse antes que otras como la artritis o los dolores estomacales.

"Una cojera es prácticamente siempre un signo de dolor. Es típico que un perro con osteoartritis se levante con rigidez después del reposo. Los síntomas suelen ser peores si el animal ha estado parado durante mucho tiempo, en cuyo caso los primeros pasos después del descanso pueden ser rígidos y flácidos", señala.

Myller recuerda también que los dolores en las patas o la cadera pueden detectarse si el perro no quiere saltar o duda al hacerlo,si camina arrastrando las patas o con gestos de dolor, pero también cuando entrecierra los ojos o ladra estando libre con la correa.

Asimismo, la especialista apunta a que el dolor puede afectar también al comportamiento con signos como que no quiera dormir porque tenga dolor, en el caso de los problemas estomacales que tome mucha hierba provocándose el vómito o se agraven los problemas de ansiedad por separación.

"Algunos perros pueden volverse francamente codependientes. El dueño se convierte entonces en una fuente de bienestar, de la que el perro se vuelve aún más dependiente, porque se siente mal", cuenta la especialista.

Pero más allá de estos signos aparentes, hay otros cambios que se notan menos como el pelo y las uñas. "Si el pelo cambia de color en alguna parte del pelaje, es probable que el perro haya lamido esa zona. Las patas rojizas indican que le pican o le duelen y, por tanto, el perro las ha lamido. Si las uñas se desgastan de manera desigual, puede indicar que el movimiento del perro no es normal, sino que arrastra las patas y luego las uñas tocan más el suelo", explica.

En cualquier caso de que el animal tenga dolor, se recomienda acudir al veterinario para que detecte la causa que lo provoca que puede ir desde una osteoartritis a un cáncer, pasando por molestias intestinales o traumatológicos.