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Los veterinarios se ponen en pie de guerra

Los veterinarios se ponen en pie de guerra

El control de antibióticos para las mascotas, aprobado por el Gobierno, ha llegado con quejas por la sobrecarga de trabajo.

Un veterinario aplica un tratamiento a un perro en una clínica veterinaria.Manu Vega

La carga de trabajo o la cuantía de las sanciones por incumplimiento centran las críticas de los veterinarios a la obligación, en vigor desde hace 10 días, de registrar oficialmente los antibióticos que prescriben a las mascotas, un nuevo cometido que, por el momento, no ha encarecido el servicio que prestan. La profesión comulga con el fin de la norma, un mayor control de los anbitióticos en un contexto de reducción de su uso para luchar contra las resistencias, pero creen también que les ha faltado tiempo para adaptarse, por lo que esta nueva norma les genera "incertidumbre y desconfianza". 

En esos términos se ha pronunciado un portavoz del Colegio de Veterinarios de Madrid, Manuel Lázaro, quien entiende la necesidad de garantizar "un uso responsable" de los antibióticos, "como hemos venido haciendo". Aún así, cree que la actual legislación sobre medicamentos y, en concreto, la herramienta de prescripción "PresVet, no solo no nos ayudan en el ejercicio de esta responsabilidad, sino que entorpecen la misma".

Bajo su punto de vista, está "dificultando" el criterio clínico y "sobrecargan de tareas burocráticas (en muchos casos prácticamente inasumibles) que, a la larga, pueden conducir a una peor atención de nuestros pacientes". Por el momento y, hasta donde conoce, esta mayor carga de trabajo no está suponiendo un mayor coste del servicio veterinario al cliente, pero "otra cosa será en el futuro, cuando cada uno pueda considerarlo en función de la evolución y de las dificultades".

Otra de las quejas del colectivo es que el régimen sancionador es "absolutamente inasumible" con unas cuantías "completamente desproporcionadas, que han generado una lógica indignación", según ha indicado. 

Recientemente, el Colegio de Veterinarios de Madrid "ha conseguido" que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de Luis Planas "se comprometa a revisar y reducir las sanciones por el incumplimiento de la normativa". Además, le consta que este primer año se va a considerar "como de transición y rodaje para facilitar su cumplimiento". Dar "un plazo razonable" es una de las peticiones para adaptarse a una normativa "muy exigente".

"Trabajo burocrático muy arduo"

Susana García es veterinaria, ejerce su trabajo en un hospital para mascotas de Madrid y ya ha remitido información a PresVet. Cree que el "problema" es que aún hay "muchos" veterinarios sin darse de alta en el sistema y que siguen aprendiendo a manejar bien los programas de gestión de clínicas que se han actualizado para adaptarse a la herramienta.

"Ha habido muy poco tiempo para practicar" y los veterinarios están "un poco agobiados" y con "histeria colectiva" porque hay que incluir "muchos más datos" en las recetas que antes, convirtiéndose en un "trabajo burocrático muy arduo" que lleva "muchísimo tiempo". Por eso defiende simplificar la tarea y ver "la manera más sencilla para que no suponga mucho gasto de tiempo y energía", porque los veterinarios "estamos para dar un servicio médico a nuestros pacientes y no para estar tecleando en el ordenador".

Confía, no obstante, en que con el tiempo se convierta en una rutina pero, hasta que llegue ese momento, los veterinarios están gastando "10 minutos" por una gestión que antes les llevaba "un minuto". A pesar de estos inconvenientes, García también defiende el fin perseguido con la norma: "Estoy de acuerdo con que tenemos que hacer un uso responsable de antibióticos y colaborar" para reducir el uso de los mismos.

A la espera de ver qué resultados da la prescripción en PresVet de los antibióticos para mascotas, en animales de producción la obligatoriedad de notificar viene de años atrás y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha informado recientemente de que se ha producido una "importante reducción" del uso de los antimicrobianos.

Según los últimos datos de PresVet, esa reducción fue del 53% entre 2020 y 2023 (por encima del 70 % en conejos y en torno al 80% en ovino). Además, el porcentaje de uso de antibióticos considerados críticos para el tratamiento de infecciones en salud humana se sitúa en veterinaria en un nivel bajo, alrededor del 2%.