Las aceitunas fulminan los falsos mitos de los efectos en la salud
Solo por su alto contenido en sodio están 'vetadas' para las personas hipertensas.
Son uno de los aperitivos más recurrentes. Las hay de muchos tipos —Manzanilla, Gordal, Cornicabra....— y con un sinfín de aliños típico de cada región. Pero a las aceitunas también les persigue la mala fama de ser demasiados calóricas y engordar mucho.
Pero esa adversa reputación solo es un mito. Cierto es que una ración de 100 gramos de aceitunas tiene unas 196 kilocalorías —la misma cantidad de manzana tiene 52 Kcal—, pero precisamente en el ácido oléico, su componente mayoritario, residen sus beneficios para la salud, especialmente en las negras. Esta grasa monoinsaturada se encarga de destruir el colesterol malo y aumentar el bueno, siendo un estupendo aliado contra las enfermedades cardiovasculares.
Además, las olivas son fuente de fibra y de vitamina E, que protege a las células del estrés oxidativo.
El único 'pero' que advierte la Fundación Española de la Nutrición es el excesivo aporte de sodio, incorporado durante el proceso de salmuera, y por eso su consumo no es recomendable en las personas con hierpetensión.