Adiós a las cucharas: los nutricionistas se unen para pedir a los padres que los bebés coman con la mano
Es lo que se conoce como BLW.
Pasado el medio año de vida a los bebés se les van introduciendo los distintos alimentos. Tradicionalmente, se ha recurrido a los típicos purés, papillas compotas y fruta machacada. Es decir, a comida previamente triturada. Sin embargo, en los últimos años, muchos especialistas han puesto en valor otra forma de alimentar a los más pequeños, el método conocido como BLW.
Estas siglas hacen referencia a Baby Led Weaning, una forma de alimentación complementaria en la que el bebé, en cierta manera, 'manda'. Es el pequeño el que, con sus manitas, coge la comida que desea del plato, y termina de comer cuando nota señales de saciedad. La particularidad es que la comida debe ser ofrecida en formato bastón: por ejemplo, zanahoria cocida pero cortada en formato palito, para que pueda agarrarla con el puño e ir comiendo del extremo.
Así, es el bebé el que va practicando con la consistencia de los alimentos, 'escuchando' su hambre y saciedad, y aprendiendo también a deglutir y a gestionar los atragantamientos, punto que es el que más suele asustar a los padres. Por eso, es importante no iniciar este método hasta que el desarrollo motor del bebé es el correcto, prestar atención al formato seguro de ofrecer los alimentos y formarse antes de iniciarlo para no correr ningún riesgo. Siempre es recomendable asesorarse con un profesional y consultar todas las dudas.
La nutricionista infantil, Melisa Gómez, ha aclarado en La Voz de Galicia que "no es el adulto el que marca el ritmo con la cuchara, la típica imagen en la que el bebé está tragando y ya tiene la siguiente cucharada delante. Es él mismo, con sus habilidades, el que va cogiendo los alimentos con su mano y se los lleva a la boca. Esto va a permitir que coma la cantidad que quiera".
La nutricionista, autora junto al chef Juan Llorca de Con 2 dientes y a bocados (Vergara), señala como ventaja que "permite que vayan reconociendo desde el inicio de la alimentación diferentes texturas, colores y sabores; en los purés, en cambio, mezclan varios alimentos y no les permite conocer el sabor por sabor".
Esto facilitará una alimentación más variada cuando sean mayores, que se suma a una mejor relación con la comida por esa atención a la señales de saciedad y, por último, que "se potencian las comidas en familia y nos ayuda a crear este buen hábito desde el comienzo".