Se va acercando el verano y, aunque la lluvia no termina de dar tregua, las temperaturas más cálidas también están de camino. Estas no suelen llegar solas. Consigo llegan los planes al aire libre, las piscinas, las terrazas y algún que otro insecto. Así puede ocurrir con las garrapatas. 

Estos pequeños animales se alimentan de la sangre de otros, entre ellos, los humanos. Según los Institutos Nacionales de la salud (NIH, por sus siglas en inglés), dependientes del gobierno estadounidense, "diferentes tipos de garrapatas viven en diferentes partes del país". 

En el caso de España, desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos (AEMPS), advierten de que en "España existe una gran diversidad de especies de garrapatas, que se distribuyen de manera desigual dependiendo de factores como el clima y la presencia de hospedadores para completar su ciclo vital". 

Algunos de estos animales podrían estar infectadas con algún tipo de organismos patógenos. Y los transmitirían al alimentarse de la sangre del animal que haya escogido como víctima. Desde el portal web lituano Kaipkada, señalan que hay estudios que concluyen que las personas del grupo sanguíneo A tiende a parecer más atractivos a estos artrópodos. 

En cualquier caso, las recomendaciones para evitar su picadura son para todos iguales. La AEMPS habla de los repelentes de uso humano, del que destaca la importancia de que se encuentre autorizado para su comercialización. 

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