Los cardiólogos mandan comer dos veces por semana el pescado saludable que protagoniza el peor plato de España
Es asequible y barato.

Incluir pescado en la dieta semanal supone un aporte saludable de ácidos grasos Omega-3, proteínas y calcio, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, para mantener nuestros huesos fuertes y envejecer de forma saludable.
Pero no todos los tipos de pescado valen. Los nutricionistas son tajantes respecto a los más grandes, como el pez espada, el tiburón o el atún rojo, pues estos tienen cantidades de plomo y mercurio que pueden ser perjudiciales para la salud.
Sí que son recomendables lubinas, doradas, gallos, lenguados... y sardinas. Estas últimas, además de tener un precio asequible, se encuentran en el mercado durante todo el año y son una opción ideal para consumir dos veces a la semana.
"El aporte de ácidos grasos poliinsaturados omega 3, por una ración, casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población. Las proteínas, de alto valor biológico, suponen una significativa contribución a la ingesta diaria de las mismas", detalla las web del Ministerio de Agricultura sobre las bondades cardiosaludables de este alimento del que destaca también su alto contenido en fósforo, selenio, yodo, hierro y magnesio, además de vitaminas del grupo B , E y D.
Respecto a la manera de ingerirlas, obviamente no hay ningún problema si son frescas, pero hace tiempo que se debate la idoneidad de consumirlas enlatadas. Hasta que un artículo de la Universidad de Harvard concluyó que son una opción nutritiva, siempre y cuando su consumo sea moderado por su contenido de yodo.
Pero precisamente el bocadillo de sardinas ha sido clasificado por la web gastronómica Taste Atlas como el segundo peor plato del mundo al que califica de "un humilde sándwich español con un sabroso relleno de sardinas enlatadas".