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Operación p'atrás

El presidente del PP, Pablo Casado.EFE

Gürtel, Lezo, Púnica, Kitchten, Taula, Erial... La Guardia Civil quebrándose la cabeza para poner nombres a las operaciones más sonadas de los últimos tiempos, y resulta que, como siempre, lo más sencillo, lo más fácil, es lo más clarito. "Paquí Pallá". Con la S.L detrás, que no hay que perder las formas, aunque estemos de cachondeo.

Me hierve la sangre de pensar en el momento justo en que quedó bautizada la empresa-tapadera que emitía facturas falsas para desviar dinero: Paquí Pallá S.L., creada para financiar campañas, pagar cenas de navidad y, en general, para desviar dinero y tapar vergüenzas. Aunque me tape los oídos, escucho las carcajadas tras la "ocurrencia". Y las palmas. Y las palmaditas en la espalda a quien tuviera la feliz idea. Qué bueno/a eres. Tú sí que vales. Ja,ja,ja.

He dicho que me hierve la sangre, y me quedo muy corta. Me da gana de echar espuma por la boca, de girar la cabeza como la niña del Exorcista y de ponerme a romper cosas como una posesa, cuando pienso en la segunda parte de la jugada. La "Operación P'Atrás".

No se me ocurre qué nombre ponerle a esta operación, a la de intentar descabalgar a un Gobierno basándose en mentiras; de intentar conseguir un rédito electoral mezclando pasiones y sentimientos.

Con todo lo de infame que tiene el Paquí Pallá S.L, con lo que significa de desprecio y tomadura de pelo, es mucho más grave lo que está pasando ahora. También habrá palmaditas cariñosas para quien se haya inventado la manifestación y toda la parafernalia envolviéndose en la bandera para llevarnos hacia atrás. Qué éxito. Un montón de miles de personas en la calle para defender a España de un peligro tan artificial y tan falso como la sociedad de marras de la que, de paso, no se habla, porque ante la unidad de España, todo empalidece.

No se me ocurre qué nombre ponerle a esta operación, a la de intentar descabalgar a un Gobierno basándose en mentiras; de intentar conseguir un rédito electoral mezclando pasiones y sentimientos.

De llevarnos p'atrás convenciéndonos de que vamos a avanzar. Y la indignación da paso a la profunda tristeza por ver cómo nos llevan paquí y pallá, mientras somos plenamente conscientes de que nuestros problemas les importan un pimiento.

Tal vez algún día, alguien ponga nombre a esta operación. Y a saber dónde estaremos. Porque P'atrás se habrá quedado corto.

Este post se publicó originalmente en el blog de la autora.