Plancton marino, vino y un café

Hace ya muchos años se hablaba de la despensa del mar, aunque los orientales ya lo habían descubierto mucho antes que cualquiera utilizando las algas en su cocina. En España también las algas, desde hace muchos años, tienen su espacio y empresas que las comercializan. Siguiendo en el fondo marino llegamos al sur y allí hay un cocinero, Ángel León -el chef del mar-, con dos estrellas Michelín, que es un loco enamorado del mar y de los aromas y sabores que encierra su flora. Hace unos años en Sanlúcar de Barrameda en su restaurante A Poniente ya nos hizo, a un grupo de periodistas, una demostración de estas posibilidades culinarias que tienen las plantas marinas.

Pero ha dado un paso más y este año 2015 en Madrid Fusión habló y presentó el plancton marino convertido en polvo para usarlo en cocina. En resumen, es un colorante y aromatizante natural marino que, tras un proceso de deshidratación y liofilización, se presenta en polvo y está listo para usar en cocina después de una breve fase de hidratación .

Del mar Atlántico al Mediterráneo y en la localidad de Calpe (Alicante) hay una bodega submarina, Vina Maris, que ofrece, además de sus vinos fermentados bajo el mar, la posibilidad de bajar a la bodega y realizar catas a bordo de un barco. Una experiencia diferente para disfrutar del mar y del vino.

Subimos a la superficie y en Madrid también podemos asistir a cursos de cata dirigidos por Jesús Flores, enólogo de gran prestigio y con muchos años de experiencia. Hay dos opciones: un curso de hora y media para iniciarse en la cata y otro de tres horas para los que ya saben un poquito. En su Aula del Vino (C/ Simancas, 5 -Madrid) se disfruta de sus conocimientos y de la amenidad con que los transmite. Si os queréis apuntar, lo mejor es enviar correo electrónico. Forma grupos los sábados por la mañana según las inscripciones.

Finalmente, y aquí termino este recorrido de norte a sur de España, os recomiendo un café con muy pocos meses de vida, Monkee Koffee (C/Vallehermoso, 112 Madrid; Tel. 91 5456609), en el que se rinde culto al café. Lo puedes acompañar con un trozo de alguna de las tartas artesanas que ofrecen en sus peanas vintage; o con un bocadillo. Incluso se puede comer. Todos los meses lo dedican a un café originario de un país diferente. Un ambiente para todos en el que se está a gusto desde el primer momento en que entras. Al salir, lo primero que piensas es en volver.

Aunque me había despedido, no, no me despido, ya que no quiero dejar de recordar que los cerezos en flor en el valle del Jerte están a punto de pintar de blanco toda esa zona de Extremadura en el norte de la provincia de Cáceres. Todavía estáis a tiempo de programaros una escapada y admirarlos. ¡Merece la pena!. Hay varias páginas web donde se informa del recorrido, alojamientos rurales y restaurantes.