Mientras los políticos hablan, la ciudadanía actúa ante el cambio climático

Mientras los políticos hablan, la ciudadanía actúa ante el cambio climático

Todos esperamos un acuerdo ambicioso, justo y legalmente vinculante en la Cumbre del Clima de París. Somos la primera generación que está sufriendo el impacto del cambio climático en toda su crudeza, y somos la única que puede solucionar la situación. Es hora de actuar no de escudarse en palabrería vacía. El planeta nos necesita y nosotros necesitamos al planeta.

5c8b8178240000f404a4e3b4

Foto: REUTERS

El lunes 30, los líderes mundiales van a la COP de París ¿a negociar?, ¿a hablar?, ¿a actuar y adoptar las medidas urgentes para afrontar la lucha contra el cambio climático? Porque nos estamos jugando simple y llanamente el futuro del Planeta. Todos esperamos un acuerdo ambicioso, justo y legalmente vinculante. Pero lo que es realmente fundamental es un claro y contundente mensaje político de los líderes mundiales: es necesario descarbonizar el sistema productivo, descarbonizar la economía y alcanzar un escenario 100% renovable en 2050. El reto es posible, y esta vez los líderes mundiales no nos pueden fallar.

El domingo 29N, en más de 2.000 ciudades de todo el mundo, millones de personas se sumarán al movimiento por el clima más grande de la historia, en la Marcha Mundial por el Clima, para exigir a los Gobiernos un compromiso firme para frenar el cambio climático.

Es una llamada mundial a favor del planeta, para que los políticos escuchen las voces de las millones de personas preocupadas por el futuro del clima. La Cumbre del Clima es clave a nivel internacional, porque debe servir para lograr un compromiso con un nuevo protocolo que sustituya al de Kyoto, para plantear un escenario en 2050 con emisiones cero, y para demostrar que el cambio a un futuro renovable y alejado de los combustibles fósiles es posible y que ya está sucediendo.

Después de los terribles atentados sufridos en París, la prohibición de las manifestaciones y la reducción de libertades, ahora más que nunca debemos salir a la calle a luchar por el planeta que queremos. Porque para cambiarlo todo, os necesitamos a todos y todas.

Estamos ante un momento decisivo para el clima. Hace seis años, en la Cumbre de Copenhague, también creímos estar ante un momento decisivo, pero los gobiernos no estuvieron a la altura. París no puede ser un nuevo Copenhague: ¿qué ha cambiado desde entonces? ¿Qué hace a París diferente? Hemos superado los 400 ppm de concentración global de CO2 en la atmósfera. Impactos cada vez más duros: 2014 ha sido el año más caluroso de la historia, y 2015 le superará. Evidencias científicas tan contundentes (IPCC) que hasta Rajoy reconoce que se equivocó al confiar en su primo.

La Revolución Energética está en marcha, más rápido de lo que nadie pronosticó: las renovables ya no son solo técnicamente viables, sino más baratas que la energía sucia. Los Gobiernos se están moviendo, sobre todo a partir del acuerdo EEUU-China del año pasado: el escenario político está cambiando. Las grandes empresas se están moviendo a favor de las renovables y las que se resisten lo pagan caro ante los mercados y la opinión pública. El caso de VW es un buen ejemplo de ello.

Y sobre todo, la gente se está moviendo. El cambio climático ya no es una preocupación de minorías. La gente está saliendo a la calle y está empujando cambios antes impensables: desinversiones en carbón (Noruega), compromisos 100% renovables (Dinamarca, Uruguay, Costa Rica...), abandono nuclear (Alemania), sentencias judiciales que obligan a reducir emisiones tanto como exige la ciencia (Holanda, Pakistán), etc.

Somos la primera generación que está sufriendo el impacto del cambio climático en toda su crudeza, y somos la única que puede solucionar la situación. Es hora de actuar no de escudarse en palabrería vacía. El planeta nos necesita y nosotros necesitamos al planeta.