Atención: la televisión busca escritores

Atención: la televisión busca escritores

HBO

Lo supimos el martes: David Simon, el gran creador televisivo, va a ESCRIBIR y levantar una serie con la Guerra Civil española de trasfondo.

Así pues, el periodista que parió The Wire, el tipo talentoso que acuñó la celebrada frase "que se joda el espectador medio" para resumir todo lo que le interesaba contar en televisión, nos va a dar sopas con honda a todos.

Justo un par de meses antes de que saltara esta noticia, dialogaba con uno de nuestros reconocidos creadores televisivos, Jorge Sánchez-Cabezudo. (A él y a su hermano Alberto, con el que trabaja siempre, los llamé en La Ventana 'Los Cohen españoles'. Lo cuento para que quede constancia de que ese término ya lo he inventado yo para ellos). Hablábamos, claro está, de La Zona, esa serie tan buena y tan desasosegante que Movistar+ estrenó en 2017, y cuya segunda parte están ya escribiendo, cuando Jorge me lanzó un titular: 'Necesitamos escritores'. ¿Perdona? —le dije— ¿Te refieres a guionistas? ¡Pero si hay cientos!, contesté yo, repasando rápidamente mi lista de contactos telefónicos.

  Eduard Fernández y Álvaro Cervantes, protagonistas de 'La zona'.Movistar +

Y no, se estaba refiriendo a otra cosa, con todos los respetos para la cantidad de guionistas brillantes, divertidos, ocurrentes, capaces de dialogar perfectamente mil subtramas: estaba hablando de ESCRITORES DE HISTORIAS, de primeras espadas. Nos emplazamos a una larga charla sobre este asunto. Concluí que cuando hablaba de escritores, se estaba refiriendo a David Simon, por ejemplo. Apenas cuatro claves de este creador dan mucho que pensar. Sobre todo si extrapolamos.

Simon es periodista. Trabajaba como redactor de sucesos en Baltimore Sun. Un día publicó un libro, Homicidio (que Martin Amis o Norman Mailer calificaron de obra maestra) sobre su experiencia como sabueso de los bajos fondos. Entonces HBO lo llamó para adaptar su novela a una serie de ficción. Nacía The Wire, multipremiada y considerada lo mejor de lo mejor, con Simon convertido en productor ejecutivo de la serie, además de guionista y padre de la idea. A partir de ese momento, se convirtió en un dios televisivo. Así, sin ambages. Sus series subieron el nivel de exigencia de muchos espectadores. "Es que la tele es un terreno desperdiciado. Pero ahora hay más calidad, aunque también hay basura", ha dicho Simon.

  Una imagen de la serie 'The Wire'.YouTube

Tras el exitazo de The Wire, Simon entró en el Olimpo de la televisión. Y allí sigue. Con otras creaciones sublimes como Treme. La Fundación John D & Catherine T. le otorgó, en reconocimiento a su labor televisiva, una beca Genius, un galardón dotado con 500.000 dólares destinado a quien con su trabajo contribuya a hacer "un mundo mejor para todos", justo lo que consideraron que el guionista ha generado en el universo de la ficción televisiva. Estas becas se entienden como "una medida extra de libertad, visibilidad y de oportunidad".

En 2009 fue llamado por la comisión creada por el Senado norteamericano para investigar los motivos de la crisis del periodismo de ese país. Y no solo porque fuera el creador de la serie de The Wire, sino porque se le consideraba un sabio en la materia. Dijo cosas interesantes. Que el periodismo de calidad no renacería, ni en Internet ni en ninguna otra parte, mientras no se creara un nuevo modelo económico que lo sustentara.

2

"Si hay alguien que escribe bien, que escriba para la tele"

Pero volvamos a lo nuestro. Lo que los Sánchez-Cabezudo reclaman (junto a otros tantos de su estilo) son más creadores que sean capaces de concebir una historia entera, de lanzar una línea general, de tener una mirada genuina, de escritores que tengan una huella visual.

"Hace poco, en Cannes, quedó claro que hay un subidón de series y una necesidad de creadores, es como el almacén del arca perdida. Cuando hablas con productores te dicen que la gran ausencia es la de escritores. Hay demanda, hay dinero, hay equipos técnicos, hay productoras, cadenas dispuesta a apostar, pero necesitamos autores para televisión". En EEUU, me dice Jorge, están buscando "gente por todos los países que mire el mundo desde un lugar, no se van a limitar a los que tienen allí". Uno puede pensar que cómo es eso posible, en un país con esa trayectoria audiovisual. Lo aclara Jorge con un símil perfecto: "En la NBA también juega Pau Gasol".

Hace un par de meses, Miguel Salvat, director de ficción propia de HBO España (y uno de los mejores hacedores televisivos de este país, afirmo), me decía lo mismo. Que la escritura es fundamental ahora para la creación de series y que en su plataforma, por ejemplo, su pretensión es buscar esa mirada lateral, ese punto de vista que hace que una serie brille o muera. Teniendo en cuenta la máxima de HBO: "Esto no es televisión, es HBO", Salvat persigue también guiones escritos a modo de novelas, que contengan historias potentes, feroces ...

En la escuelas de cine, según me cuentan, deberían ponerse las pilas y preparar a sus alumnos para escribir para televisión, que es "donde van a encontrar trabajo". Por dos motivos fundamentales:

  1. Porque la demanda es de momento imparable: las series se consumen cada vez más rápido, las plataformas te van guiando, "si te gusta esta serie te gustará esta otra".
  2. Porque ahora mismo es mucho más difícil financiar una película que una serie. "Las series te las financian las cadenas, las nuevas plataformas. Hay que contar con eso", decía Jorge.

Se necesita, pues, formar guionistas para televisión, gente que escriba BIEN (y ya sabemos de qué estamos hablando), que sea capaz de crear series premium, con base literaria. Ejemplo: la escuela de cine de París (los franceses siempre van por delante en materias culturales) ha creado una cátedra, un curso de escritura de guión de televisión.

Todos los colegas guionistas consultados (quizá debería tener menos amigos capaz de hacer gags y más amigos asesores fiscales) coinciden en el giro copernicano que ha dado la ficción propia en los últimos diez años. Llevo todo ese tiempo como analista de televisión en la Cadena SER, entre otros sitios, y doy fe. Al principio era difícil defender con brío tres series anuales, ahora mismo me las quitan de las manos.

"Durante esta década se han formado grandes guionistas, y ahora mismo todos los guionistas con nombre están trabajando —dice Jorge— así que necesitamos más y mejores escritores. Para La Zona, por ejemplo, reclamábamos gente que fuera capaz de desarrollar personajes sombríos".

Si hay alguien que escriba bien, que escriba para la tele, que ya no es un asunto menor.

Es decir, si hay alguien que escriba bien, que escriba para la tele, que ya no es un asunto menor. Las teles y las plataformas de todo el mundo buscan DISCURSO.

Más pasta, más identidad

El dinero que tiene previsto invertir Netflix en producción en castellano (aquí y en Latinoamérica) es, según me chivan, espectacular, porque fuera se están viendo más series que nunca en este idioma. Y ahí hay que rendirse al trabajazo que las cadenas generalistas vienen haciendo desde hace varios años para vender sus productos al mundo entero y para darles más vidas. La casa de papel, Vis a vis, El secreto de puente viejo...

Cadenas generalistas, por cierto, que han subido muchísimo el nivel en cinco años. Véase Fariña. Véase El ministerio del tiempo (aquí tengo que pararme y citar y rendirme a los pies de uno de los creadores de referencia: Javier Olivares. Mirada propia, discurso propio y furia propia. El perfecto creativo para un espectador). "La Zona la hemos vendido a EEUU, a Francia, a Alemania, a Italia... se va a ver en Polonia. En español, subtitulada", celebra Jorge.

  Una imagen de 'La Peste', de Alberto Rodríguez.Movistar +

Y más cosas. De repente, lo local se hace global: "Lo local es lo auténtico". Y encima, con un amplísimo abanico de posibilidades, ya no se necesita que una serie satisfaga a toda la casa ni a todos los talantes, ni a todas las ideologías al mismo tiempo. Se premia las señas de identidad. El triunfo de lo nórdico, por ejemplo. Todos nos hemos puesto a ver Borgen. Y parece que lo que gusta es precisamente que no es americano, que tiene otro discurso. También nos hemos puesto a ver policiacos nórdicos. Quién nos lo iba a decir. Ya no hay que americanizar las series para exportarlas. "De La Peste (voy a rendirme aquí también al gran Alberto Rodríguez, que se ha pasado, gloriosamente y sin remilgos, del cine a la tele) lo que mola precisamente es el acento", dice el Cohen español. "Y ver a esa señora señora gallega escondiendo el dinero en Fariña", apunta.

Vale, muy bonito todo, digo yo, que soy una aguafiestas, pero David Simon va a hacer la SERIE sobre la Guerra Civil, y nosotros NO. Lo siguiente, en próximos capítulos.

Síguenos también en el Facebook de HuffPost Blogs

MOSTRAR BIOGRAFíA

Periodista, ha trabajado para diarios como Levante y televisiones como Canal 9 y TVE. Es colaboradora de radios como Cadena Ser o RNE. Cubells ha publicado varios libros sobre el mundo de la televisión y también, en colaboración con Marce Rodríguez, el libro Mis padres no lo saben.