La tele y la Casa Real: Cómo ha cambiado el cuento en 25 años (tercera y última parte)

La tele y la Casa Real: Cómo ha cambiado el cuento en 25 años (tercera y última parte)

Tele 5, que abrió la veda (afortunadamente).

Getty Images

Pasaron casi diez años desde aquel veto en Tómbola que conté ayer aquí. Durante ese tiempo la tele siguió rindiendo pleitesía a a familia real.

Llegó Letizia Ortiz con su pasado normal y televisivo, pero, salvo los comentarios maledicientes del inveterado clasista Jaime Peñafiel, hubo poca crítica con enjundia. Todavía no sabíamos nada del caso Nóos y Urdangarin era aún el yerno ideal. Las infantas parían con alegría, los reyes veraneaban en Mallorca y eran campechanos. Tampoco estaba Corinna en nuestras vidas. Y Bárbara, que el año anterior había ganado el reallity de televisión Esta cocina es un infierno, estaba tranquila con un supuesto pago realizado con fondos reservados del Estado.

Cuando el 13 de noviembre del 2007 la Casa Real anunció el "cese temporal de la convivencia" de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar se tambalearon los cimientos de los medios: nadie sabía bien cómo afrontar el asunto, era la primera separación que se producía en la monarquía española. Fue un bombazo.

Casi todos se ciñeron estrictamente al escueto comunicado de la Casa Real. Bueno, todos no. Yo estaba en un hotel aquel día cuando en Tele 5, contra todo pronóstico, en un magacine de tarde, se contó con profusión de datos el asunto real.

Me sorprendió (por lo insólito que era en aquel momento, hace sólo once años), lo descarnado de los comentarios, la franqueza, la transparencia... Es verdad, era un formato rosa, amarillo, rojo, polémico, pero era una bocanada de aire: al fin y al cabo era el tema que resquebrajaba por primera vez la supuesta solidez monárquica y Tele 5 demostró aquel día, creo yo, que no le temía a nada ni a nadie. Creo que durante aquellas tardes se hicieron republicanos cientos de españoles. Antes se habían metido con Letizia, sí, pero nunca antes los medios habían "tocado" a un miembro de la familia real: la mala, en todo caso, había sido la Sannum. Pero Felipe era un santo. Y Letizia, como bien se encargaba de recordar Peñafiel, era plebeya.

Creo que durante aquellas tardes se hicieron republicanos cientos de españoles

Todo lo demás, Nóos, los elefantes, corinnas, tensiones varias, desplantes, juicios en Palma, llegó después.

Dónde estamos ahora

La entrada de wikipedia sobre Bárbara Rey dice al final: "En 2017 se conoce su relación extramatrimonial con Juan Carlos I, rey emérito de España". En fin, un scoop no es, aunque la propia Bárbara aún crea que es una mujer misteriosa, como dice mi buen amigo Bob Pop. El caso es que el año pasado pidió dos millones de euros por contar en diferentes entregas y de una vez por todas que se tiraba a Juan Carlos I. Algo que todos sabemos, sí, pero que NUNCA hemos oído de su boca. Así y todo a la cadena le pareció una cantidad excesiva y la cosa se quedó en espera.

Hace unas semanas, cuando acudió al Deluxe (como nadie me ha confirmado la cantidad recibida no la puedo contar), se enfureció cuando comprobó que la entrevista versaba única y exclusivamente sobresu relación sentimental con el rey emérito: "Yo no he venido aquí a hablar de esto. Esto no es lo que hemos hablado en la previa". (Recordadme que tengo que escribir un día sobre eso, sobre las "previas"). Que digo yo que a ver qué creía ella que le iban a preguntar, ¿su tesis sobre el Brexit? Hasta mi madre, de 88 años, se partió de risa.

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Su ex amiga (la de Bárbara, no la de mi madre, claro) Chelo García Cortés, y la propia cadena, que no da puntada sin hilo, aprovecharon el paso de la vedette por el programa para seguir con la historia. Chelo contó lo que sabía, tras sus años de confidencias con Bárbara: que el rey era tacaño; que las corbatas se las compraba Bárbara y que a veces las lucía en actos públicos; que la colonia que usaba Juan Carlos I, que se llamaba Bogart (señor, llévame pronto), también. Que el monarca se reía mucho con Bárbara, que le contaba chistes, que hablaban mucho por teléfono, horas y horas (y eso tiene mérito, porque eran tiempos sin tarifa plana, queridos).

Sobre todo en los últimos años, las televisiones se han "ocupado" cada vez más de poner en tela de juicio determinados comportamientos de la monarquía

Cuento esto que pasó en Deluxe para cerrar el círculo y para hacer de la anécdota, categoría. Sobre todo en los últimos años, las televisiones se han "ocupado" cada vez más de poner en tela de juicio determinados comportamientos de la monarquía. Han entrado en los salones de palacio y han levantado las alfombras. Ahí está La Sexta, con sus coberturas sobre el asunto Corinna, por ejemplo, cada vez más detalladas. TVE sigue con su asepsia, de momento. Hay una programa específico sobre la Casa Real, Audiencia abierta se llama. No se puede decir que sean cortesanos (fue el único espacio de la cadena pública donde se emitió el famoso video que recogía el desplante de Letizia a la reina Sofía), aunque tampoco veremos reportajes en profundidad sobre los quehaceres monárquicos. Y yo querría un debate YA en la cadena pública que afrontara con solvencia el tema ¿Monarquía o República? A ver si en esta nueva etapa es posible.

En fin, hay quien dice que los asuntos de cama del rey emérito no son importantes, que pertenecen a la esfera privada y que lo que debería contarse con detalles son los asuntos económicos, los supuestos negocios opacos, etcétera. Cierto. Esto último es fundamental. Pero a mí, que la monarquía que ha entrado casi bajo palio en las catedrales de España, que ha besado anillos de arzobispo y que ha ido a ver al papa y que ha vendido una imagen incólume, estuviera por dentro tan podrida, me parece digno de ser contado. Cosa que, insisto, le agradezco de corazón a Tele 5, que abrió la veda.

BONUS TRACK. En breve habrá otro post de esta serie sobre Letizia. No como reina, de la que ya lo sabéis todo, sino como compañera de informativos de Alfredo Urdaci. Será corto, para que todos podamos seguir de vacaciones.