'Ready Player One' y 'Armada', o la importancia de llamarse Ernest

'Ready Player One' y 'Armada', o la importancia de llamarse Ernest

Ernest Cline, el autor de Ready Player One y Armada, ha pasado de ser un friki a tiempo completo a convertirse en un hombre con suerte. Pero no ha cambiado. Sigue viviendo en Texas con su familia y su enorme colección de videojuegos clásicos, y conduciendo un DeLorean como el de Regreso al futuro.

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Ernest Cline ha pasado de ser un friki a tiempo completo a convertirse en un hombre con suerte. Pero no ha cambiado. Sigue viviendo en Texas con su familia y su enorme colección de videojuegos clásicos, y conduciendo un DeLorean como el de Regreso al futuro. La diferencia es que a ese coche ya se han subido George R. R. Martin y Patrick Rothfuss, y que ahora el friki se codea con Steven Spielberg. También ha hecho una gira promocional de su libro vestido con su uniforme de cazafantasmas. Pero ¿cuál es su secreto? ¿Es la importancia de llamarse Ernest?

Cline es el autor de Ready Player One, el best seller silencioso que está arrasando en más de veinte países, gracias a la imparable prescripción de los lectores. Su mérito consiste en haber revolucionado la ciencia ficción con una novela que ha roto todas las barreras de la literatura de género, hasta ahora considerada «de nicho», manteniéndose tres años seguidos en las listas de más vendidos de Estados Unidos, donde sigue dando guerra. Hoy, Ready Player One es sinónimo de nerdgasmo, un «orgasmo para frikis», según el escritor John Scalzi. Y su larga lista de devotos no para de crecer: Patrick Rothfuss dice que este libro le pareció escrito para él, mientras el mismísimo Steven Spielberg ya dirige su esperada adaptación cinematográfica, cuyo estreno mundial está previsto en 2018.

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Ready Player One se niega a abandonar las librerías, y ello gracias a los lectores, que lo han convertido en un libro de culto. Algo tendrá esta historia, ambientada en el año 2044 en un mundo tremendamente sombrío, sobre un adolescente aburrido que, contra todo pronóstico, se convierte en el gran héroe de un juego virtual. Y ese algo es que logra despertar al niño que todos llevamos dentro, y lo hace con una narrativa tan divertida como plagada de videojuegos retro y nostalgia por la cultura pop de los años ochenta.

La legión de seguidores de Ernest Cline en castellano ha debido esperar cinco años para tener una nueva dosis de quien ya es el friki más hot del planeta. Pero ha valido la pena: desde el 30 de marzo, Armada se cuela en las librerías españolas precedida por el aval de George R. R. Martin, quien no duda en calificar esta segunda novela como una «muy entretenida oda a los primeros videojuegos»; a otros les recuerda El juego de Ender. En ella, otro adolescente aburrido se convierte en el único héroe capaz de salvar a la humanidad de un enemigo alienígena tras descubrir un platillo volante en el patio del colegio. Y lo peor es que no se ha vuelto loco.

Mientras todo esto sucede, una de las empresas punteras en realidad virtual de Silicon Valley reparte 3.000 ejemplares de Ready Player One en su convención anual. ¿Acaso busca inspiración?

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