La otra fábula

La otra fábula

NANI ALAMEDA

Desde niña me fascinó y disgustó a partes iguales la moraleja escondida tras la fábula de "La rana y el escorpión". La ingenuidad de una y la estupidez del otro me traían loca. La rana nunca debió esperar el cambio ajeno, tenía que haber tomado la iniciativa. Porque efectivamente podemos evolucionar, pero no esperar que los demás lo hagan por nosotros, ni siquiera por sí mismos.

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