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De verdades y lindos cuentos

De verdades y lindos cuentos

Decía George Orwell que la política era en sí misma una masa formada de mentiras, evasiones, locura, odio y esquizofrenia. En pequeñas dosis, un poco de todo ello se ha visto en España desde diciembre pasado, tal vez porque todavía exista quien piense que la gente prefiere que le mientan. Y va a ser que no. Alguien al menos empieza a hablar claro, guste más o menos lo que diga. Y se agradece.
Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y el Wu Wei

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y el Wu Wei

Pedro Sánchez no es un cínico, o al menos no en la forma en la que pueda serlo un Pablo Iglesias. Francamente, después de dos elecciones, uno casi desearía que ciertos genios dejaran la política española y volvieran a dirimir sus disputas académicas sobre Gramsci o Marx en las aulas, dejando paso a los mediocres para que puedan gobernar.
¡Ay, qué risa, María Luisa!

¡Ay, qué risa, María Luisa!

¡Ay, qué risa, María Luisa!, me sale cada vez que oigo a los de Podemos defender a Pedro Sánchez de los suyos, cuando hasta hace cinco minutos decían que "el PSOE es el partido del enriquecimiento rápido, el crimen de Estado y el tráfico de influencias", subrayando que el resultado obtenido por Pedro Sánchez en las últimas elecciones generales "fue el peor resultado de un candidato socialista a la presidencia del Gobierno".
Esta es la 'incómoda' realidad del PP: o inicia una catarsis o se hunde el barco

Esta es la 'incómoda' realidad del PP: o inicia una catarsis o se hunde el barco

Cuando Felipe González comprobó la gravedad de la corrupción que le acosaba creó, en abril de 1995, un año antes de perder las elecciones, la Fiscalía Anticorrupción. En 1990 ya había puesto en marcha la Agencia Tributaria. Ahora le toca a Rajoy tomar una iniciativa que no sea humo de pajas. Dar una señal a los españoles. Un STOP. Y un reconocimiento de la culpa por mirar hacia otro lado. O la oposición, si no quiere desaparecer, tomar la iniciativa.
El coste del no Gobierno

El coste del no Gobierno

A nadie se le escapa que no es bueno que los países carezcan de Gobierno (aunque ya hay algún ultraliberal que lo prefiera: "Así no nos subirán los impuestos", declaran). Especialmente en un país como el nuestro, necesitado de reformas que permitan regenerar la política, mejorar la economía y activar los mecanismos de integración social.
¿Tiene España la cultura política que se merece?

¿Tiene España la cultura política que se merece?

Tenemos el Congreso y el Senado más tecnócratas de la historia de España, con ministros catedráticos y líderes de partidos que son profesores de universidad. Incontables expertos participan de las decisiones de gobernanza. En la política actual, los informes y asesores están por todos los rincones de las cámaras.
¿Diálogo o principios?

¿Diálogo o principios?

En la historia de España, han sobrado los principios y ha faltado el diálogo. Porque el diálogo, para que merezca tal nombre, exige aceptar que todos participamos en él en igualdad de condiciones. Exige reconocer que nuestra sociedad, como cualquier otra, está compuesta de elementos heterogéneos, dispares, con distintas ideas e intereses, incluso principios, y que todos tenemos derecho a ser respetados.
El error de confundir las preposiciones

El error de confundir las preposiciones

Se sabe que la situación del PSOE es complicada, pero no tanto como cuando solo teníamos tres presidentes autonómicos frente al inmenso poder que acumuló el Sr. Aznar. Entonces, a Bono, a Chaves y a quien esto firma se nos empezó a denominar por el apelativo de los Tres Tenores porque, de cuando en cuando, nos reuníamos los tres y le hacíamos frente al Aznar. Ahora son siete los presidentes socialistas. ¿Y si se reunieran alguna vez y le hicieran frente a Rajoy? Seguro que recibirían llamadas del secretario general federal y el aplauso unánime de la militancia.
¿Parlamentarizar nuestro parlamentarismo?

¿Parlamentarizar nuestro parlamentarismo?

Parlamentarizar nuestra democracia supone aceptar que el pluralismo político pueda, ocasionalmente, delinear mayorías claras, directamente de las urnas; o pueda, alternativamente, dibujar parlamentos complejos con situaciones abiertas, en las que pueda darse cauce, condicionadamente, a un Gobierno de aliento corto, con el encargo asumido de cumplir un conjunto o rango limitado de objetivos políticos o legislativos
Por qué Pedro y Pablo son falsos follamigos

Por qué Pedro y Pablo son falsos follamigos

Cuaje o no el amor, tanto Pedro como Pablo se tentarán la ropa en las próximas semanas antes de faltarse el uno al otro. Se necesitan. Por ahora. ¿Y si en el camino se enamoran de verdad? "Ninguno queremos que gobierne Rajoy. Por eso, si esta ronda de contactos que ha abierto Sánchez se demuestra que es seria -aunque todos sabemos que es casi imposible un acuerdo- estamos dispuestos a hablar de todo, sin ninguna línea roja", argumenta uno de los hombres más próximos a Iglesias.