“Cuando un usuario enfermaba intentábamos hacer la derivación hospitalaria y no nos lo permitían, sólo podíamos mantenerlos en los centros", ha reconocido Jose Alberto Echevarría.
Es la hora de incidir en el manejo eficaz y eficiente de los datos, una obligación en un mundo donde el volumen de datos digitales se duplica cada dieciocho meses. La mejora en la gestión de los datos públicos no sólo favorecería la necesaria transparencia gubernamental, tendría un impacto positivo visible sobre el ciudadano.
Este año nos esperan nuevos proyectos que van a echar a andar en todos los niveles de gobierno. Los directivos en las administraciones públicas necesitan ideas frescas para llevar a cabo su labor y la gestión pública aproximaciones e instrumentos renovados para que las políticas y programas públicos se desarrollen conforme a unos criterios cada vez más exigentes.
Muchos de los políticos legítimamente elegidos en elecciones democráticas y de sus personas de confianza se convierten, de la noche a la mañana, en directivos y ejecutivos cualificados de departamentos técnicos, de corporaciones e incluso de centros de investigación públicos, lo cual produce no pocas distorsiones en el funcionamiento diario de la Administración.
Es ilegal prohibirle el acceso a un ciudadano presuntamente por el mero hecho de que este haya pedido una hoja de reclamación en otro establecimiento. Hay que cortar por lo sano con estas prácticas sospechosas, porque son el inicio de otras clases de discriminación fuente de inestabilidad social.
Siempre me ha sorprendido la hipocresía de los españoles, a los que por un lado les gusta que el Estado mande, pero por otro demuestran un considerable afán por batir al sistema declarando menos de lo que ganan u olvidándose de hacer facturas.