Los vertidos del "OS35", el buque varado frente al Peñón, recuperan los fantasmas de otras catástrofes ambientales y ponen de manifiesto un problema grave en la zona.
Después de más de dos años inoperativos, primero debido a la pandemia y después, a la crisis diplomática entre España y Marruecos, las cosas vuelven a la normalidad.
En una mañana de intenso frío y algo de niebla, al fin llegó a puerto seguro, el único de todo el Mediterráneo dispuesto a acoger a estos 300 inmigrantes.
Las 87 personas que llegarán mañana a Algeciras no recibirán "ningún estatus especial" ni permiso de estancia, como sí paso con los rescatados por el 'Aquarius'.