El equipo de rescate a bordo ha identificado la fuente de esta fuga en dos respiraderos de los tanques de combustible. Ya se ha bombeado la mitad, según las autoridades.
“Han sido arrastrados por una tormenta y están flotando, lo suponen una amenaza para todas las embarcaciones”, avisa el Gobierno, que espera que lleguen en diez días.
En la esquina más sucia de la dársena, al fondo, donde las corrientes acumulan porquerías, ratas y desechos me encontré con un barco que un día quise. Un amante casi olvidado que a pesar de los años y lo que habíamos cambiado me volcó el corazón. Se mecía con gemidos de barco viejo, aunque no lo era tanto.