
Berta Cáceres


Tortura y secuestro de Estado
Nada me cuesta más trabajo que contar el último minuto con Bertha. De aquella noche en que irrumpieron los sicarios. Despedí su ultimo suspiro pese a mi insistencia de que no nos dejara, pero la cita con los ángeles estaba marcada. Muchos intentos se dieron para quitarle la vida por el delito de defender la tierra y los territorios ancestrales del pueblo lenca, en la lucha por los derechos humanos.

Una línea delgada entre la libertad de expresión y el discurso de odio
El Comité de Derechos Humanos de la ONU, en su interpretación sobre el derecho a la libertad de expresión, ha indicado que su alcance llega incluso a expresiones que puedan considerarse profundamente ofensivas, aunque limitadas con lo dispuesto en el párrafo 3 de los artículos 19 y 20.
