La guerrilla mediática de la ultraderecha
Lo que en el 2011 comenzó con unas simples burlas condescendientes contra los perroflautas, a los que de repente se nos había ocurrido la peregrina idea de comenzar a debatir en calles y plazas, ha ido aumentando en intensidad durante los últimos tiempos a través de una estrategia de comunicación mediática perfectamente orquestada que persigue un objetivo claro: poner freno al avance de los partidos y movimientos del cambio en las instituciones.