La falta de políticas públicas de fomento de la cultura, la voracidad global de contenidos culturales gratuitos y la autoperpetuación del negocio cultural en manos de los grupos mediáticos y empresas de telecomunicaciones están convirtiendo a los autores y autoras en una nueva clase desprotegida, que si Marx levantase la cabeza denominaría lumpenproletariado intelectual.
Las actuales leyes de copyright convierten al verdadero autor de un libro o saga en dueño y señor también de las obras derivadas escritas por otros autores, lo que se traduce en el control o restricción de su publicación y distribución. Antes de que las leyes del copyright acotaran las fronteras, las historias no pertenecían a nadie, eran un bien común de la cultura popular
La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid conocida hace unas semanas que resolvió el llamado caso Soto viene a confirmar algo que ya se ha asentado muchas veces: los sistemas de intercambio de archivos P2P no son ilegales ni implican necesariamente la infracción de derechos de autor.
La que enfrenta a Cayman Music y a Blue Mountain Music en los Tribunales ingleses es una pelea por trece títulos compuestos por Marley entre 1973 y 1976. Entre ellos está una de sus obras más conocidas, No Woman, No Cry, la pieza más codiciada -y más cara- de la disputa.
Has completado tu novela, ensayo o poema y estás listo para publicarlo. Tu obra literaria es original y sí, enhorabuena, eres legalmente un autor incluso antes de publicar. Los derechos de autor protegen tu obra, consolidando tus derechos a obtener beneficios por tu trabajo intelectual.
El establecimiento de penas de prisión para los propietarios o administradores de las webs de enlaces (las páginas que no alojan directamente contenidos protegidos pero disponen links a otras que sí los contienen) evidencia el progresivo endurecimiento de la legislación que parece avecinarse.
La decisión del Supremo norteamericano rechazando la patentabilidad sobre los genes BRCA1 y BRCA2, cuyo análisis sirve para evaluar el riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, ha supuesto un punto y aparte en la polémica acerca de la posibilidad de patentar o no los genes humanos.