Me dedico con orgullo a la profesión más antigua registrada en el planeta, pero a la más antigua de verdad: soy cronista, comunicadora, soy periodista, señores. Así como los primeros humanos relataron su cotidianidad en las de las cuevas de Altamira, así mismo relato yo, pero con las cámaras del siglo XXI.
Para escribir Crónicas de Paname, Patiño ha tirado de memoria y, según confiesa, de la ayuda de los amigos para poder recordar tantas vivencias a lo largo de más de una década de corresponsal en París. Y deja claro que aunque la referencia sea la capital francesa, un buen corresponsal "debe viajar por el país, leer libros".
Puede parecer extraño, pero Toshi cree con absoluta certeza que su condición de «turista» le protege de los peligros de la guerra, como si una bala diferenciara entre un civil, un periodista o un turista. «No soy un objetivo de los francotiradores porque yo soy un turista. Además, no tengo miedo a que me disparen o a que me maten. Soy muy fuerte, soy una mezcla de samurai y kamikaze».