Un llamamiento que sirve de calentamiento ante la llamada que hoy mantendrán el presidente de EEUU y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre esta crisis.
Su enorme popularidad en una serie de televisión le ha llevado, de forma meteórica, a tomar las riendas del país. Esto ya no es ficción, sino realidad.
La deriva constante de la Rusia de Putin hacia la confrontación como envoltura de sus sueños para volver a resucitar el espíritu de la Unión Soviética en su poderío e influencia, naturalmente sin comunismo, ha motivado a muchos expertos a encender el microscopio sobre las posibilidades reales de una escalada con Occidente que pueda llegar a una confrontación abierta.
Incapaz de aprender de lecciones pasadas -que demostraron que es mucho más fácil provocar un incendio que sofocarlo y que, en todo caso, las llamas siempre dejan un rastro de destrucción-, la UE sigue empeñada en que su "política" hacia Rusia consista básicamente en una lista de sanciones que termina formando parte de la tormenta perfecta que se cierne sobre Moscú.