El club parisino ha revelado que, en cuanto se conoció la llegada del jugador, hubo un volumen de intercambio que superó los 1.200 millones de dólares.
Gracias a estas herramientas como las que menciono aquí, tal vez algún día pueda pagarle a Salvados lo que merece por su trabajo, sin pasar por el banco. Y tal vez algún día Salvados pueda liberarse del entramado empresarial al que pertenece, y alcanzar así una verdadera independencia y una libertad de expresión completa.
En su inmaterialidad radica el peligro potencial para quienes especulen con dichas monedas, fenómeno que ciertamente está dándose a lo largo del presente año. Basados en la creciente aceptación social de las monedas virtuales, quienes piensan que su precio solo crecerá en el futuro discernible se apresuran a adquirirlas. En fin, que volvemos a las andadas.
Que bitcoin, como moneda, no esté respaldada por ningún Gobierno ni organismo financiero es frecuentemente visto como una garantía de su plena libertad de uso, y aún de cierto carácter alternativo en un sentido vagamente político: bitcoin como dinero democrático.