crisis de refugiados

Tal vez Merkel ha visto en este drama humanitario actual no sólo otra nueva oportunidad de reforzar ese liderazgo que tiene , sino también la posibilidad de modificar su imagen de madrastra europea que impone a los países del Sur unos regímenes de austeridad sin aceptar excusas o dilaciones. Ya no es la matrona prusiana insultada en Atenas y en otras capitales. Se ha convertido en la madre caritativa que abre su casa a esas víctimas de las guerras civiles y del terror islamista.
Me produce una honda tristeza que situaciones que aparentemente podrían ser una oportunidad para tomar conciencia y realizar cambios que ayuden a solucionar situaciones de injusticia queden en nada. ¿Han oído hablar estos días de propuestas de fondo a medio y largo plazo que ofrezcan alternativas a las personas que llegan a Europa huyendo del horror? Yo tampoco.





