Allá por el 2002, en EEUU, escuché que la esquizofrenia era "como el cajón desastre de la Psiquiatría, todo lo que no puede clasificarse cae dentro de ese cajón". A día de hoy, los avances neurocientíficos en el estudio de esta enfermedad y de sus síntomas iniciales nos permiten tener una mayor seguridad a la hora de realizar el diagnóstico.
Cuando mi hijo tenía 5 meses, una neuróloga vaticinó que jamás andaría ni hablaría por el raro síndrome que le acababan de diagnosticar. Lo peor de su pronóstico-profecía fue que, en ningún caso, llegaría a los cinco años. Antón está a punto de cumplir 11 maravillosos años. Anda, con su peculiar estilo C-3PO. Habla, con un dominio del lenguaje y un ingenio superior al de la mayoría.
El trastorno narcisista de la personalidad se define como "un patrón general de grandiosidad, una necesidad de admiración y una carencia de empatía, que empieza al principio de la edad adulta". Un diagnóstico poco frecuente que afecta a menos del 1% de la población y a más hombres que mujeres.