distopía

La pérdida de Utopía

La pérdida de Utopía

Hace ya bastante tiempo que apenas se escuchan propuestas para caminar, para construir. Ante amenazantes futuros, se ha impuesto una lúgubre mirada defensiva en la conciencia occidental. Eso a pesar de que, con la gran cantidad de graves problemas existentes, seguramente vivimos en la sociedad más confortable -opulenta, siguiendo el adjetivo de Galbraith- que se haya conocido en la historia. Pero el atisbar un futuro con más sombras que luces se ha convertido en nuestro tópico. Nuestra brújula no encuentra la isla de Utopía.
La hoja de ruta europea y la nuestra

La hoja de ruta europea y la nuestra

En el París del año 2041, ya nada es lo que era; Europa se ha dejado llevar por el camino del odio y el racismo. Pero es de esa privación extrema y de la vuelta a lo básico de donde surge una historia de amor en la que Antoine, el protagonista, se enamora de lo esencial: de la voz, de los ojos, de la fuerza de Farida, una mujer que, por ser como es, lo libera a él de su hoja de ruta y le da un propósito a su vida.
No futuro

No futuro

Cada día aparece una nueva imagen distópica del futuro, sin que sean necesarias escenas de mundos post catástrofe nuclear o gran tragedia medioambiental. Es el futuro que se hace en los despachos de Washington, Londres, Bruselas y, por derivación subordinada, de Madrid. El futuro que no quiere la sociedad.
Distopías: historias para la revolución

Distopías: historias para la revolución

Las distopías son la ficción de la crisis. Sus autores parecen depositar en la generación venidera, sus mayores lectores, la esperanza en el cambio. Tal vez por eso la mayor diferencia entre estas nuevas historias y las clásicas es que la ahora heroína sí consigue llevar hasta buen puerto la revolución.