duelo

Las cenizas, la culpa y la Iglesia

Las cenizas, la culpa y la Iglesia

La iglesia debería de ocuparse más de humanizar la pastoral de las despedidas y el duelo y menos de prohibir, más del amor y menos de la culpa, más de acompañar y menos de adoctrinar, porque cuando alguien sufre el tremendo dolor de la perdida necesita humanidad, amor y acompañamiento, y no prohibiciones, sentimientos de culpabilidad, ni doctrinas.
Carta a mis amigos que todavía tienen madre

Carta a mis amigos que todavía tienen madre

Nunca me imaginé que la perdería tan pronto ni de esta manera. No podría haberme preparado para algo así. El destino se la llevó antes de que pudiera darme cuenta de lo que pasaba. Hace justo un año no se me habría ocurrido que pasaría el Día de la Madre sin la mía. Por favor, no dejéis que pase el tiempo sin reconciliaros con las vuestras.
Ya no nos está permitido siquiera el duelo

Ya no nos está permitido siquiera el duelo

Me gustaría conocer los detalles de las vidas de los gurús de estas filosofías que predican el optimismo. O bien son personas enormemente afortunadas que no han vivido más que ligeros tropezones, o unos absolutos embusteros que no creen nada de lo que predican. Malditos seáis por intentar hacernos sentir culpables por nuestro dolor.
Buscando un impermeable

Buscando un impermeable

Un dolor provocado, principalmente, no por las limitaciones en las capacidades de Antón sino por sus dificultades para ser aceptado como un igual. El dolor por su dolor. El dolor por su frustración. El dolor por su tristeza. Dolor que se acaba transformando en rencor. Contra todo y contra todos.
En el azul del cielo

En el azul del cielo

Hace exactamente diez años, mi vida dio un giro inesperado. Lo que se suponía sería un momento de felicidad y esperanza se tornó en un evento trágico que acabó temporalmente con buena parte de mis ilusiones como mujer,madre, esposa y profesional. Confieso que nunca lo había hecho pero hoy es el momento de escribir al respecto.
¿Por qué te has ido?

¿Por qué te has ido?

Una ruptura amorosa abre ante nosotros una sima llena de incertidumbre y de desequilibrio. En ese instante comenzamos a encontramos solos y desvalidos, y el miedo, mezclado con otras emociones, se apodera de nosotros. Es en ese momento cuando entramos en una zona rota, un aro en apariencia terrible, pero que encierra la oportunidad de oro para conocernos y salir impulsados hacia una nueva zona de evolución.
La ruptura sentimental: cuando nos abandonan

La ruptura sentimental: cuando nos abandonan

Una ruptura sentimental es una de las experiencias de cambio más estresantes que pueden atravesarse. El doliente debe entender el daño que ha sufrido, el cambio que atraviesa y las implicaciones de la relación que contribuían en la definición de su identidad como individuo. Ser consciente del impacto de la ruptura facilitará la puesta en marcha de estrategias para sobreponernos.
Trastornos mentales, mujeres y series

Trastornos mentales, mujeres y series

Cada vez es menos novedoso que la industria televisiva contemple en sus series personajes femeninos complejos y con aristas. Sin embargo, últimamente llama la atención el creciente número de series con protagonista que, además de ser mujer, presenta un trastorno mental.
Hoy he perdido a mi tío. Exijo poder estar triste

Hoy he perdido a mi tío. Exijo poder estar triste

La sensación de perder a un ser querido es distinta para todos. No valen los te entiendo o los sé lo que sientes, básicamente porque nadie ha perdido a mi tío. Por eso era mío y de nadie más. Agradezco las muestras de cariño, pero los tópicos y el pésame no hacen nada más que incomodar mi vela.
Inmortal y rosa

Inmortal y rosa

Existen algunos modos de vengarse de la muerte. Uno es reírse de ella. Otro es obviarla, hacer como si no existiera. Otro es encararla sin ambages. La hora violeta también es la gran venganza de Sergio del Molino contra la muerte de su hijo. Los lectores acabamos enamorados de Pablo, garantía de que nunca se irá.
Salvaje

Salvaje

En el momento en que decidí hacer el Sendero del macizo del Pacífico estaba realmente perdida. Mi familia se había desintegrado después de la muerte de mi madre. Cuando miro atrás, veo que todo lo que soy nació de todo lo que recogí en aquel camino. Sentí que nunca iba a volver a tocar fondo, no de la manera en que ya lo había hecho antes.