El objetivo de la lucha de muchas familias con hijos con alguna discapacidad que ahora mismo ya son adultos, ha sido sacarlos a la luz, devolverles su dignidad. A medida que esos padres han ido envejeciendo, su preocupación se ha centrado en garantizar sus cuidados básicos cuando ellos falten. Los que acabamos de llegar al mundo de la diversidad agradecemos enormemente esta lucha, pero ahora debemos avanzar en la inclusión social plena de nuestro hijos.
Cada vez que alguien, ante dificultades que le salen al paso a Antón, me dice algo parecido a "pues como todos los niños, ¿no?", me enfado mucho. No es así, ni por el volumen, ni por su peso, ni por las herramientas que él pueda tener para hacerles frente, en comparación a otros niños que han nacido con su vermis cerebelosa intacta.