Hermanos de Italia pasa de una posición residual a primera fuerza con un discurso de cambio frente al fracaso de ejecutivos encadenados, poniendo en jaque libertades de décadas.
Contrasta con el silencio de las instituciones europeas y los Gobiernos proUE. Sólo Hungría y Polonia, espejos para Meloni, salen a felicitar a sus "amigos".